Cuando las ruedas de prensa se descontrolan
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Cuando las ruedas de prensa se descontrolan

La esperpéntica comparecencia del presidente del Nápoles no es la primera pérdida de papeles en una sala de prensa. Te recordamos las más destacadas

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La esperpéntica comparecencia del presidente del Nápoles no es la primera pérdida de papeles en una sala de prensa. Te recordamos las más destacadas

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  1. La cólera de Trapattoni

    Si hay un enfado míticos en una sala de prensa, ese es el de Giovanni Trapattoni. El técnico italiano protagonizó cuando era entrenador del Bayern de Múnich una encendida rueda de prensa en la que asustó a propios y extraños. Defendió el estilo ofensivo del conjunto bávaro bajo su batuta ante las críticas de la prensa y cargó contra algunos de sus futbolistas por no demostrar la mejor actitud durante los partidos. Se fue encendiendo poco a poco para terminar la comparecencia a gritos, recogiendo sus papeles y marchándose para asombro de los periodistas.

  2. Malesani: «¿De qué os reís?

    Alberto Malesani dejó para el recuerdo una tremenda bronca a los periodistas que cubrían la información de su equipo, el Panathinaikos griego, después de un empate ante el Iraklis. El técnico italiano, terriblemente enfadado, cargó contra ellos por no apoyar al equipo y faltarle constantemente al respeto. Los responsables de prensa trataron de calmarle durante el encendido monólogo, pero las risas de los profesionales de la información que lo presenciaban atónitos no contribuyeron a frenar su ira precisamente... «Yo me quedo con todas las caras, de la primera a la última», llegó a advertir a los periodistas mientras la traductora no dejaba de apuntar. Tremendo.

  3. Caparrós destroza un periódico

    Joaquín Caparrós, entonces técnico del Granada, mostraba en octubre de 2014 un tremendo enfado al exhibir en la sala de prensa un titular aparecido en la portada de un diario deportivo. El mismo atribuía al utrerano la frase «Solo pido que no nos pasen por encima», en referencia a la visita del Real Madrid a su estadio. El entrenador, indignado, rompía la portada ante los medios de comunicación que se habían reunido para escuchar al técnico en la previa del choque. « Este titular no se puede consentir. ¡Ni a mi padre que está en el cielo y es lo que más quiero le regalo nada!» declaraba el andaluz.

  4. Gattuso se calienta

    En septiembre de 2014, Gennaro Gattuso, el que fuera centrocampista del Milán e internacional italiano, montaba un número esperpéntico en la sala de prensa del OFI Creta griego, una comparencia en la que exhibió el fuerte carácter que siempre le acompañó durante su etapa de futbolista. Gattuso, sin perder ni un momento la seriedad en su rostro, habló en italiano, chapurreó en inglés e incluso se atrevió con el griego, pero se fue calentando en sus declaraciones e hizo pasar un mal rato al traductor.

  5. Técnico de Tercera, enfado de Primera

    Se llama Agenore Maurizi y dirige al Ischia, un modesto de la Tercera división italiana. Hasta el pasado mes de abril era un técnico desconocido más alla de las fronteras de su país, pero ya es conocido mundialmente después de una peculiar rueda de prensa. Por momentos, pareció volverse loco. El entrenador explotó ante las preguntas de los periodistas y empezó a gritar ante la atónita mirada de los profesionales y de algunos miembros de su propio club. Terminó dejando plantados a todos y continuó con sus exabruptos en una mesa, que golpeó en repetidas ocasiones. Una vez que soltó toda su ira y se calmó, respondió educadamente a las preguntas.

  6. Guardiola se pica con Mourinho

    Si hubo un día en el que se pudo ver a Guardiola alterado fue en la previa del enfrentamiento de semifinales de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. Al técnico catalán no le habían gustado las declaraciones del portugués Jose Mourinho en los días previos al choque y lo demostró desde que tomó la palabra ante la prensa. Sin aspavientos ni gritos, pero Pep dejó muy claro que estaba cansado de la actitud de su colega, al que calificó como «el puto jefe, el puto amo», en una frase que quedó para el recuerdo.

  7. Mourinho y su ¿por qué?

    También un enfrentamiento entre dos máximos rivales como el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona acabó originando una de las ruedas de prensa más recordadas de Jose Mourinho como técnico blanco. El portugués no encajó bien la eliminación de la Champions ante los azulgranas y cargó duramente contra la UEFA, preguntándose por las razones de las designaciones arbitrales y la supuesta simpatía del organismo rector del fútbol europeo por el conjunto catalán. ¿Por qué?

  8. Guti y las amapolas

    Los rifirrafes con un periodista en concreto son más habituales en las salas de prensa que los enfados generalizados. Le pasó, por ejemplo a Guti, del Real Madrid, cuando algunos de los presentes en su comparecencia le preguntaron si se planteaba abandonar el conjunto blanco ante la falta de minutos. El mediapunta madridista se mostró muy tenso, respondió atacando y mandó a los que no le creyeran «a coger amapolas al campo».

  9. Clemente y el ataque personal

    A Javier Clemente, entrenador entonces del Sporting de Gijón no le gustó que un periodista criticase abiertamente su estilo y le llamase «entrenador con métodos caducos y trasnochados». Con un fuerte carácter, el técnico vasco respondió a dicho periodista durante una rueda de prensa después de perder con el Zaragoza, pero lo hizo de la peor manera posible. Metió por medio a la familia del profesional de la información, al espetarle «algún día tu hijo sabrá que su padre es un sinvergüenza». Un episodio vergonzoso que acabó incluso con insultos.

  10. La irrupción de De Laurentiis

    La última gran bronca. No es normal que tras un partido, sea de la competición que sea, el presidente de uno de los equipos se plante en la sala de prensa para hacer llegar a los periodistas sus impresiones sobre el partido. Pero eso es lo que hizo exactamente Aurelio de Laurentiis tras el empate de su equipo ante el Dnipro ucraniano. Al presidente del Nápoles no le gustó la actitud del equipo arbitral, pero sobre todo que no apreciaran un claro fuera de juego en el gol del empate de su rival. Ni corto ni perezoso cargó contra ellos, contra la UEFA y contra su presidente, Michel Platini, al que solicitó la dimisión.