Goles con sabor a Liga

No admite dudas este Barcelona, embalado hacia el título guiado por el mejor tridente ofensivo de su historia. No fue rival el Getafe en un Camp Nou que asistió eufórico a un festín de goles de los suyos. Un recital que sirve para descontar un partido más, y ya son solo cuatro los que separan a los azulgranas de la Liga. Disfrutó el Barça de una plácida tarde. No compareció el Getafe, superado por la situación, y se apartó como si un tren de mercancías le estuviera a punto de arrollar. Una goleada para enmarcar. [así hemos narrado el Barcelona-Getafe ]

No es ningún secreto la receta del éxito del Barcelona. Un tridente mágico, al que se le ve disfrutar sobre el terreno de juego y que resulta imparable para las defensas rivales. Siempre manda Messi, pero Neymar y Luis Suárez no se arrugan en su tarea goleadora. Ya no saben a quién marcar en la zaga rival. Ya son el mejor tridente de la historia azulgrana,una vez superado el centenar de goles entre los tres. Y eso que el uruguayo se perdió casi tres meses de curso. Una brutalidad que sirve para explicar el dulce momento que vive el equipo de Luis Enrique.

Invitaba la visita azulona a hacer rotaciones, pero los cambios del técnico no se dejaron notar en el rendimiento del conjunto azulgrana, en versión apisonadora desde hace semanas. No perdona ni el postre, que enguye con la misma voracidad que el aperitivo. No está para concesiones a estas alturas de temporada.

Tiene Messi cartas en la manga a estas alturas de la película . Ayer se disfrazó de Antonín Panenka por primera vez desde que está en el Barça, con un toque sutil desde el punto de penalti ante un desesperado Guaita. Borradas las dudas desde los once metros de una tacada. No estaba para bromas el Barcelona, que atisba el título desde su triunfo ante el Español. Lo demostró en cinco minutos, con tres goles de museo que cerraron el partido mucho antes de lo que dictaminara Fernández Borbalán. Comenzó Luis Suárez, a pase de Messi, con un escorzo parecido a una chilena que se coló por la escuadra. Continuó Neymar con una jugada individual dentro de área que culminó con un disparo al palo corto. Y cerró estos cinco minutos mágicos Xavi, con un disparo desde la frontal que volvió a dialogar con la escuadra de Guaita. El peso de Xavi en este equipo no tiene cifra. El primer acto se cerró con otra preciosa jugada entre Messi, Xavi y Luis Suárez, que lograba la manita.

No estaba el Barcelona completando su mejor partido del curso, pero la manera de culminar cada jugada era de una belleza extrema y la sensación de superioridad era absoluta ante un rival que había entregado sus armas antes del pitido inicial. Un armisticio que no entendió su rival, que siguió disparando con todas sus armas. Y no hay arma más demoledora de Messi, que pedía un poco más de espacio en el museo apenas iniciada la segunda mitad con un disparo cuyo destino, cómo no, fue la escuadra de Guaita. Un lienzo más colgado en el Camp Nou. Asusta el Barcelona, que empieza a olisquear el título. Lo tiene en sus manos en las cuatro jornadas que le restan. Debe cogerlo.