Champions League
Una rácana Juventus se cuela en las semifinales
El equipo de Allegri buscó el 0-0 en Mónaco sin sonrojarse y logró su objetivo, haciendo bueno el gol de Vidal en la ida
Estará la Juventus en semifinales después de un ejercicio de racanería ejecutado con maestría. Cosechó un empate sin goles ante el Mónaco y el gol de Vidal en Turín ha resultado definitivo. No quería sorpresas la Juve y Allegri no concedió nada al espectáculo. Unas semifinales de Liga de Campeones no son cualquier cosa, así que lo importante era hacer bueno el gol de la ida. Mostró ayer el equipo italiano su cara más rácana, pero también la más sólida, la que le ha conducido a los mayores éxitos de su historia, Apostó Allegri por recuperar el dibujo de Antonio Conte, su antecesor, con una defensa de tres centrales, abrigados por los dos laterales. La mejor forma de anular la posible reacción de los del Principado era no dejarles ni empezarla. [Así hemos narrado el Mónaco-Juventus ]
El ímpetu de jugar en casa y estar obligado por el marcador, dibujó un primer cuarto de hora de partido con claro dominio local. No hizo inventos Jardim y apostó por un once sin sorpresas. Un estilo de juego y unos futbolistas que han brillado con luz propia en la presente edición de la Champions. Pero el dominio territorial de los monegascos no se traducía en ocasiones de peligro. Vivía tranquilo Buffon, más allá de algún disparo lejano. Lo único que generaba dudas en la Juve era Chiellini, que arriesgó demasiado y pudo haber visto hasta dos amarillas por unas acciones sin aparente peligro.
La Juventus apenas se estiraba, pero cuando lo hacía el peligro era mucho mayor que el generado por su rival. Se peleaba Morata con la férrea defensa del Mónaco y sacaba adelante alguna triangulación con Tévez, que silenciaba al Louis II cada vez que rondaba el área. Pero apenas pasaba gran cosa en el partido, anestesiado por los de Allegri con saña.
Hizo un doble cambio Jardim al descanso. No necesitaba volverse loco el Mónaco, solo marcar un gol para forzar la prórroga, pero se le acababa el tiempo y había llegado el momento de poner toda la carne en el asador. A pesar de todo, el juego aéreo de los del Principado seguía intuyéndose como la mayor amenaza para los blanquinegros. Una mala salida de Buffon llevó la zozobra al banquillo transalpino, pero la defensa despejó el balón sobre la línea.
Estaba la Juve cada vez más encerrada en su campo y no daba la sensación el Monaco de estar agobiando al rival, más bien fue el propio equipo italiano quien pareció dar ese paso atrás por sí mismo. Echaba en falta jugadores de más experiencia el equipo de Jardim en esos momentos, futbolistas capaces de leer mejor la defensa juventina y atemorizar a Buffon. Era Berbatov el único con ese bagaje, pero anda lejos de sus mejores tiempos el delantero búlgaro.
No creó ni una sola ocasión de peligro el conjunto del Principado en los últimos minutos, a pesar de su necesidad, lo que ratifica el buen trabajo de la Juventus en la parcela defensiva. Buscó con ahínco el 0-0 el equipo de Allegri y logró su objetivo. Estará el viernes en el bombo de semifinales. Y es que su camino hacia Berlín aún no se ha terminado.
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