Celta-Barcelona
Mathieu saca del aprieto al Barça
Un gol de cabeza del central francés rubricó un gris triunfo azulgrana en Balaídos (0-1)
Celta y Barcelona empataron a los puntos en Balaídos, aunque el marcador se acabó decantando a favor de los azulgranas. Superiores los locales en la primera mitad, no materializaron ese dominio en el marcador. Sí lo hizo el equipo de Luis Enrique, mejor tras el descanso, gracias a una jugada de estrategia que culminó Mathieu de cabeza. Un tanto que rubrica un triunfo muy importante para el Barça, que mantiene así los cuatro puntos de renta en el campeonato y supera la primera de sus diez finales ligueras. [Narración y estadísticas del Celta-Barcelona ]
Ofreció el Barcelona una de esas primeras partes grises que comienzan a ser un mal hábito desde la llegada de Luis Enrique al banquillo. A veces da la sensación de que le gusta madurar tanto los partidos que acaba tirando cuarenta y cinco minutos a la basura y luego le toca ir con prisas. Sucedió en Balaídos, donde acabó prácticamente encerrado en su campo por un gran Celta, que se marchó al descanso sin marcar por culpa de Bravo. El portero chileno le sacó una mano increíble a Larrivey cuando el choque empezaba a amanecer.
Messi, sin dolor
Tuvo sus momentos de inspiración el Barça, coincidiendo siempre con el balón en los pies de Messi. No mostró ningún signo de dolor el argentino, que intentaba una y otra vez reconducir la situación combinando con sus compañeros sin demasiado éxito. Neymar estaba perdido en su duelo con Hugo Mallo y no daba señales de vida. Suárez trabajaba mucho en el desgaste, pero apenas entraba en contacto con el balón. Así que el argentino tenía que ingeniárselas él solito para crear peligro. Suyo fue uno de los dos únicos disparos a puerta del Barça en toda la primera mitad. Fue tras una jugada de esas que solo él sabe hacer, pero que Sergio desbarató con una gran acción, tras la que Neymar fue incapaz de aprovechar el rechace. No atraviesa su mejor momento el brasileño, tras un extraordinario inicio de temporada. Tiempo pasado ya, porque ahora se le ve emperrado en pelearse con su par y apenas participa del juego de su equipo.
Se topó el Barça con un Celta valiente, el mismo que se llevó los tres puntos del Camp Nou hace unos meses. Muy bien colocados sobre el terreno de juego, defendían con ahínco los de Berizzo, a veces con los once futbolistas en su campo, pero lejos de plantear un partido defensivo. Nolito superaba a Alves una y otra vez, moviéndose con mucha soltura por toda la línea de ataque gallega y descolocando a la defensa azulgrana. Larrivey tiraba un desmarque tras otro y el trabajo de Orellana por la banda derecha llevó de cabeza a Mathieu y Adriano. Por momentos parecía el Celta el Barcelona, manteniendo la posesión de la pelota y sumando un ataque tras otro.
Estuvo muy despistado el equipo de Luis Enrique en esa primera parte. No ocupaba bien los espacios y perdía la posición con demasiada facilidad. Busquets se hartó de hacer la cobertura a Piqué y Rafinha sigue sin dar el golpe en la mesa que se le supone. Solo el reconvertido Iniesta ponía un poco de orden. Es otro el de Fuentealbilla, que ahora se multiplica en la recuperación, como le gusta a su entrenador, perdiendo cierta incidencia en las jugadas de ataque. Pero no se le caen los anillos al héroe de Sudáfrica, obediente como pocos a pesar de su estatus de estrella.
Creció el Barcelona tras el descanso, pero más por la inercia del choque y la calidad de sus futbolistas que por algún factor táctico. Encontró mucho espacio por banda izquierda, donde Hugo Mallo no tenía ayuda y se veía siempre en inferioridad. Respondía la grada con gritos de ánimo, pero el Barça había recuperado la pelota y empezaba a acechar a Sergio. Alves casi la dio al aire cuando lo más fácil era marcar. Estaba cansado el Celta y seguía creciendo el equipo azulgrana.
La entrada de Xavi en el terreno de juego se notó y mucho. Asumió el mando del encuentro y mejoró mucho a su equipo. De sus botas nació el gol del Barça. De sus botas, y del laboratorio de Unzué, que sigue dando puntos a los azulgranas. Una falta lateral botada por el de Terrassa la remató a la escuadra Mathieu, haciéndose cada vez más fuerte en este tipo de jugadas. Un gol de estrategia que dejó muy tocado al Celta, incapaz de reaccionar en los pocos minutos que restaban. El Barça sufrió, pero sumó tres puntos que le acercan un poco más al título.