Iniesta e Isco se gustan

De Sevilla, más allá de las angustias del Viernes de Dolores y del gol de Morata contra Ucrania (1-0) , queda la buena noticia de una nueva sociedad. Andrés Iniesta, internacional en 103 tardes, ha encontrado un socio buenísimo en Francisco Alarcón, que viene a ser una manera formal para presentar a Isco. Juntos dieron los mejores minutos.

Salieron juntos al Sáncjez Pizjuán, un imán de talentos que generaron todo el peligro por la banda izquierda. Ya en la previa anunció Del Bosque que eran compatibles y lo ratificó Iniesta, despejando una ecuación simple: los buenos jugadores siempre se entienden.

En los preliminares, Iniesta e Isco provocaron murmullos de la sevillanía. Corearon sus nombres, entusiasmaron con destellos y devolvieron la confianza a los españoles, necesitados ahora de héroes. El problema es que se fundieron en el segundo tiempo y de nuevo toca hablar de dudas.

«Con Isco nos entendemos bien. Sobre todo en la primera parte», apuntó el manchego en la zona mixta del Pizjuán. A Iniesta se le mira este año con lupa porque sus números son los que son, cero goles y cero asistencias en lo que va de Liga. Pero el azulgrana huye de la estadística y admite que poco a poco va a más.

Con Isco se intuyen tardes de alegría. El madridista, puede que ahora menos decisivo por el bache que atraviesa el conjunto blanco, tiene el don de maravillar a la gente. En Sevilla se coreó su nombre como si fuera una estrella de toda la vida. Y va camino de serlo. España celebra que haya nueva pareja.