LIGA DE EUROPA
El campeón no dio opción al Villarreal
El Sevilla, serio siempre, no deja acercarse a los castellonenses en la eliminatoria, gana con goles de Iborra y Denis (2-1) y cierra un global de 5-2. Espera rival de cuartos
El Sevilla nunca dejó que la eliminatoria se le escapase. Y el Villarreal, que fue perseverante e incluso llegó a marcar en el Sánchez Pizjuán, nunca logró acercarse lo suficiente. Intenso y entretenido partido bajo la lluvia en una noche continental con duelo entre españoles. Los goles llegaron en el segundo tiempo. El asunto fue que el primer y definitivo latigazo, doloroso para los intentos castellonenses, llegó camino del minuto setenta. En ese empuje visitante, aparecieron los lógicos espacios. Y el Sevilla lo aprovechó a la perfección. Mbia vio el espacio, Bacca salió rápido y asistió a Vicente Iborra. Ahí se acabó la historia, pese a que casi de inmediato replicó Giovani con un zurdazo brillante de libre directo para empatar y quizás pensar en exprimir los sueños y aquello de las noches épicas en el Viejo Continente a falta de diecisiete minutos. Pero la expulsión de Bailly y el tanto de Denis Suárez, en el 83, cerraron el asunto.
El Sevilla estará en el sorteo de la Europa League. Espera rival para cuartos. El vigente campeón se mantiene en la carrera por el título. Lo certificó en un intenso partido bajo la lluvia. Pero sigue adelante. Y la Liga de Europa, en la que siguen conjuntos como el Nápoles de Benítez, se convierte en un interesante camino para acceder a la próxima edición de la Champions.
El ganador de la Liga de Europa tiene premio gordo. Se mete en la máxima competición. La vía de la liga española se antoja complicada. Con el Barcelona y el Madrid en plena lucha por el título y con el Valencia y el Atlético que no desaceleran, los cuatro primeros puestos, o mucho cambia la cosa, o están muy caros. Los sevillistas se encomiendan a la Europa League. El domingo, precisamente, se miden al Villarreal.
La intensidad de la lluvia fue proporcional a la del juego en el Sánchez Pizjuán. Y el Villarreal arrancó valiente y veloz y ambicioso y con la idea meridianamente clara de que debía remar mucho y duro para meterse en una eliminatoria lastrada por el 1-3, que firmó el Sevilla en El Madrigal. Buen empuje para empezar de los castellonenses, que tuvieron un primer cuarto de hora alegre y con opciones -con intentos de Trigueros y Mario-, pero que encontró por lo general un bloque local que replegó bien y salió peligroso a la contra. Iborra tuvo dos ocasiones para apurar a Asenjo. Su homólogo, Sergio Rico, de nuevo se mostró brillante bajo palos. Muy interesante el guardameta sevillano.
Los sevillistas fueron igualando. Sin perder intensidad el encuentro, la cosa se fue más hacia el juego alternado. Perdió un poco de fuelle el conjunto visitante. Y los andaluces buscaron profundizar. Tremendo en defensa estuvo el central Bailly. Rápido. Bien colocado. Fiero cerrando filas. Con mejor cara y control de lo que sucedía en el césped hispalense, llegaron los sevillistas al descanso.
Goles y cierre de la historia
Juan Corral, que tuvo que trasladar las órdenes desde el banquillo de un Marcelino sancionado, dio orden de sustituir a Uche. Sentó al nigeriano para dar la vez a Giovani con la reanudación. El Villarreal necesitaba tres goles y no encajar en 45 minutos.
Perseveró en su vocación ofensiva el equipo castellonense. No había otro camino que apretar los dientes y romper el partido. Pero lo que no lograban era abrir el cerrojo sevillista. Muy bien ordenada y seria la retaguardia local. Mínimas las fisuras. Cuando las hubo,el rival no logró hilar una buena acción para batir a Rico. Necesitaba lanzarse el Villarreal. Y eso, lógicamente, generaba espacios para el contragolpe andaluz. Los hubo y camino del minuto setenta, dieron la estocada final. Definitiva la salida rápida de Bacca, que entró para sustituir a Gameiro, recibió un pase al espacio de Mbia y el colombiano ya dentro del área asistió a Vicente Iborra para que el valenciano pusiese el 1-0 en el partido (el 1-4 en el global de la eliminatoria).
Replicó pronto el conjunto de Marcelino. Fue Giovani con un libre directo que sirvió letal con la zurda para el 1-1. Necesitaban dos goles en 17 minutos para forzar la prórroga. Pero la posterior expulsión de Bailly (por doble amonestación) y el tanto de Denis Suárez, en el 83, dejaron la historia para el disfrute final de los seguidores sevillistas.
