Al Barcelona se le atraganta la siesta

La siesta es una costumbre centenaria muy extendida en el sur de Europa que consiste en descansar entre treinta minutos y dos horas después de tomar el almuerzo. Los médicos recomiendan que el paréntesis sea corto para no trastornar el reloj biológico, pero hay gente que sucumbe a la modorra y lo estira hasta bien entrada la tarde. Llevado al fútbol, este es el caso del Barcelona, que desde que la Liga y los operadores televisivos se inventaron los encuentros a las cuatro de la tarde ha comprobado su preferencia por la tradición nocturna, la de toda la vida. No en vano, los azulgrana han perdido o empatado nada menos que la mitad (seis de doce) de los partidos que han disputado a esa hora desde la temporada 2012-2013. La estadística es demoledora, prácticamente de equipo que lucha por mantener la categoría.

Basta con remontarse al sábado pasado para dar con la última indigestión liguera del Barça, que pagó cara su espesura de ideas ante el disciplinado Málaga de Javi Gracia en el que fue su segundo pinchazo del curso durante la siesta. La mala racha es tan evidente que Luis Enrique tenía claro el mal dato antes de comparecer en la rueda de prensa previa al partido de hoy en Granada, que también será a la hora de marras: «Hemos jugado cinco partidos a las cuatro, hemos ganado tres, empatado uno y perdido otro». «Son resultados mejorables, pero no desastrosos. El horario es el que es, no creo que nadie vaya a adaptarse y tiene dificultades para los dos equipos», añadió el asturiano, consciente de que la derrota de la pasada jornada obliga a extremar precauciones en la ciudad nazarí (16:00h, Canal+ y GolT), más aún con el Real Madrid a cuatro puntos de distancia en la tabla.

Piqué, sancionado

La temporada pasada, con Gerardo Martino en el banquillo, el Barça cosechó a primera hora de la tarde dos derrotas (fue especialmente sonado un 2-3 en el Camp Nou contra el Valencia), un empate y tres victorias, mientras que en la 2012-2013 perdió en el Bernabéu el único encuentro que disputó a las cuatro. Avisados hasta la saciedad, los azulgrana, con alguna rotación y sin el sancionado Piqué en la nómina de disponibles, buscan desperezarse en Los Cármenes después de exhibir músculo hace cuatro días en el campo del Manchester City. Se enfrentarán a un Granada muy necesitado que no podrá contar con El Arabi, Piti, Colunga, Mainz o Insúa, entre otros.