fútbol

Del maletín a las apuestas

Las casas de juego se han convertido en una derivada de los amaños. En el Español-Osasuna todos apostaron al empate

Del maletín a las apuestas

j. c. carabias

Ha variado el método de actuación, pero no los usos y costumbres en el fútbol español. La vieja imagen del ejecutivo con gabardina y maletín lleno de billetes se ha traspuesto por las cuentas virtuales donde el dinero fluye por Visa, PayPal, Ukash, tarjeta de crédito o transferencia bancaria. Las apuestas. El objetivo es el mismo que antes: alterar la competición y cambiar el signo de la Liga de fútbol. Una derivada de los amaños de partidos son las apuestas, un nicho que ofrece pistas para los investigadores y que se ha convertido en refugio de jugadores profesionales con ganas de aprovecharse de la trampa.

Desde julio de 2009, la UEFA utiliza un sistema informático llamado Betting Fraud Detection System (BFDS, sistema de detección de fraude en las apuestas) con el que controla cada temporada unos 32.000 partidos. Es el método de referencia para la lucha contra la lacra que asuela el fútbol. Según el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, «el fraude en las apuestas es ahora más peligroso que el dopaje para la salud de nuestro deporte». Es una plaga que se ha extendido por la codicia del dinero fácil. La Liga española también ha llegado a un acuerdo con las principales empresas de apuestas para monitorizar de forma inmediata cualquier alteración sospechosa en este juego legal para cualquier ciudadano.

Desviación anormal

Las casas de juego activan una alerta cada vez que detectan alguna desviación anormal en algún encuentro de fútbol. Un incremento raro en los patrones usuales de las apuestas supone un aviso para los investigadores de la Liga. Cuando las empresas de apuestas señalan un índice mayor del habitual respecto a un partido y este se ve refrendado por un resultado en consonancia con los pronósticos, salta el chivato. Sucedió, por ejemplo, con un Rácing-Hércules del final de la temporada 2013. Un partido que fue sospechoso de fraude por parte de la Liga Profesional. Este duelo llegó a variar la cuota ( reparto de dividendos por acierto) de la casa Beftair. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía detectó visos de manipulación del marcador final. El sistema de alarmas BFDS registró apuestas por valor de 750.000 euros en un partido de apariencia intrascendente para el Hércules, pero no para el Racing.

Algo parecido se ha detectado en el Español-Osasuna bajo la lupa de la Liga y el Fiscal Anticorrupción. Un trasiego inusual de apuestas relacionadas con este partido y enfocados al empate que repartía dividendos. Fuentes conocedoras del caso explican que no son, lógicamente, los jugadores los que invierten en apuestas, sino familiares, amigos, conocidos o intermediarios.

Los flujos de las apuestas suponen un indicador, no tanto el germen de las investigaciones sobre amaños de partidos. Normalmente este tipo de trampas proceden de denuncias anónimas de particulares implicados o conocedores, y de las señales que ofrecen las auditorías cuando aparecen partidas sin justificar en el balance de gastos de los clubes. En el caso del Osasuna, la auditoría concluye que el club gastó 2,4 millones en destinos opacos que podrían haberse destinado a comprar partidos.

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