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Messi conduce la locomotora azulgrana
El argentino, autor de tres de los cinco goles del Barcelona ante un Levante muy pobre; Suárez rompe su racha de chilena
Encerrar y apabullar. Esta fue la secuencia que siguió el Barcelona para deshacerse de la modesta resistencia del Levante. El trabajo colectivo de los culés impulsó a Leo Messi, principal comandante de una goleada inaugurada por Neymar y brillantemente rubricada por Suárez a pocos minutos del final. [Así hemos narrado en directo el Barcelona-Levante ]
Definitivamente, Luis Enrique ha vuelto a activar la política de rotaciones que aparcó temporalmente después del naufragio de principios de año en Anoeta. El técnico azulgrana, de nuevo reforzado por el rendimiento y los resultados, hizo nada menos que ocho cambios respecto al choque de Copa del Rey del miércoles ante el Villarreal. Solo dejó que repitieran Messi, Neymar y Mascherano. El resto del once, todo novedades, fue más que suficiente para golear a un Levante que duró muy poco, apenas un cuarto de hora, con opciones de susto en el Camp Nou. Fue una tarde plácida, con agradable sol de invierno en la grada lateral, asistencia generosa, niños abrigados y un Barça del todo fiable, sin fisuras ni sobreesfuerzos.
Salió el Levante a juntar líneas cerca de Mariño y logró que Messi se cansara rápido de verse constantemente rodeado de contrarios en el falso nueve, posición que ocupó de inicio en detrimento de Suárez, suplente tras cuatro partidos de tremendo desgaste. El «10» permutó con Pedro, futbolista útil donde los haya, y en apenas un par de minutos, desde el hábitat que se ha acostumbrado a ocupar en las últimas semanas, se inventó el pase que sirvió para el 1-0 de Neymar. El paulista, muy desafortunado el otro día ante el Villarreal, se reencontró con el gol gracias a un remate en semifallo que salvó al portero y confundió al público, que cantó el gol en dos tiempos.
Messi, que superó a Figo como máximo asistente de la historia de la Liga, empezó la tarde levantando el ánimo de un compañero y la terminó dándose un festín el día en que celebraba su partido número 300 en la competición doméstica. Sobrado de confianza como en sus mejores momentos, el rosarino se aprovechó del Levante también para recortarle tres tantos a Cristiano en la lucha por el Pichichi (está a solo dos del portugués). Abrió su cuenta personal en el 38 a pase de un muy buen Bartra, que robó arriba y asistió con precisión. Ya en la segunda parte, culminó una acción de tiralíneas propuesta por Busquets y prolongada por Pedro, a quien solo le faltó mojar para redondear un choque sobresaliente. Y en el 65, confirmó su enésimo triplete al transformar un penalti que Neymar no osó a reclamar para él después de su fallo del miércoles en Copa.
Por otra parte, Messi patrocinó una goleada que a Luis Enrique le sirvió para igualar la racha de once victorias que Guardiola cosechó en 2009, el año del triplete. El Camp Nou, consciente del dato, hizo la ola y coreó al asturiano antes de asistir a la rúbrica definitiva de Suárez, que decidió poner fin a su maleficio goleador de la forma más plástica posible: de chilena.
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