Los apodos de los equipos de fútbol
¿De dónde viene la denominación de equipo merengue, culé o colchonero? ¿Y la de conjunto nazarí, txuri-urdin o califal?
¿De dónde viene la denominación de equipo merengue, culé o colchonero? ¿Y la de conjunto nazarí, txuri-urdin o califal?
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Almería, el equipo indálico
El indalo, símbolo de Almería, es una figura que se encuentra en la cueva de los Letreros, en el municipio de Vélez-Blanco. Se trata de una pintura rupestre del Neolítico tardío o Edad del Cobre que representa a una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos. «Indálico» es uno de los apodos de la Unión Deportiva Almería, aunque los tiene menos rebuscados, como los «rojiblancos» o, simplemente, «La Unión».
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Athletic Club de Bilbao, los leones
«Athletic, Athletic Club de limpia tradición: ninguno más que tú lleva mejor blasón. Del fútbol eres ley; te llaman el león. Y tu afición es reina del fútbol español». Esta tonadilla, que se hizo muy popular en la década de 1950, fue compuesta por Timoteo Urrengoechea (música) y Goyo Nadal (letra) e interpretada por Los Cinco Bilbaínos. Pero, ¿de dónde viene uno de los apodos más famosos del fútbol español?
La clave está en San Mamés, muy venerado en Bilbao, al que estaba dedicado el asilo y la ermita cercanos a los terrenos en los que se construyó el estadio que llevaría su nombre. Nació en Cesarea de Capadocia (actual Turquía) en el siglo III. Cuenta la leyenda que este joven cristiano, tras ser torturado, fue echado a los leones en el circo para que lo devoraran. Pero las fieras fueron amansadas y se postraron a sus pies, lo que enfureció al gobernador de Cesarea de Capadocia, que mandó asesinar al muchacho clavándole un tridente en el abdomen. Esta relación de los leones con San Mamés acabó grapando el nombre de los felinos a los jugadores del Athletic, famosos por su brega.
3
Atlético de Madrid, indios y colchoneros
En los tiempos de la posguerra los colchones estaban recubiertos por una tela con franjas rojas y blancas. Los rivales empezaron a llamar «colchoneros» a los jugadores del Atlético de Madrid , sin duda el apodo que más gusta a sus propios seguidores y utilizado a menudo por los cronistas deportivos.
Lo de «indios» responde a varias teorías. La más plausible se remonta a los años 70, cuando el club realizó fichajes de origen sudamericano. Despectivamente, se les denominó «indios» por sus adversarios, aunque lo cierto es que esos jugadores dieron un excelente rendimiento. Otra versión es que su estadio, el Vicente Calderón, está situado junto al río Manzanares como si fuera una tribu india, van vestidos a rayas y odian a los blancos (el Real Madrid). La mascota «Indy» es el ejemplo de que el mote se ha adoptado también con total naturalidad.
4
Barcelona, los culés
Entre 1909 y 1922, el Barcelona disputó sus partidos en un estadio situado en la calle Industria de la Ciudad Condal que solo tenía capacidad para seis mil personas, que se sentaban apretujadas en graderíos de madera. Desde la calle se veía de espaldas a los aficionados situados en la parte más alta. La imagen era la de una gran cantidad de traseros. En catalán culo se dice cul y culés es la transformación (con la pérdida de la erre) de culers (culones). Y así se acuñó el apodo que quedará para los restos.
5
Celta de Vigo, celtiñas o portugueses
El carácter celta de Galicia impone el apodo «celtiña» al equipo vigués también denominado «celeste». Para sus rivales del Deportivo, también son «portugueses» por su proximidad con el país luso y el acento gallego muy cerrado.
6
Córdoba, los califas
Igual que se llama «califas» a los toreros más destacados que han nacido en Córdoba (Lagartijo, Guerrita, Machaquito, Manolete y El Cordobés), también se llama así a los jugadores e hinchas del Córdoba Club de Fútbol. La razón es histórica y obvia: la alusión a los gobernantes durante el Califato Omeya o Califato de Occidente, un estado musulmán andalusí proclamado por Abderramán III en 929 y que perduró oficialmente hasta el año 1031.
7
Deportivo, herculinos o turcos
La celebérrima Torre de Hércules, el monumento romano que simboliza a La Coruña, otorga el apodo de «herculinos» a los deportivistas. Aunque sus rivales del Celta les llaman «turcos» porque, al igual que muchos habitantes de aquel país reniegan de Asia queriendo ser Europa, los coruñeses preferirían lo castellano a lo gallego.
8
Éibar, los armeros
La ciudad guipuzcoana de Éibar es famosa por su actividad industrial desarrollada sobre la manufactura del hierro y la fabricación de armas. El primer documento escrito que la relaciona con la producción armera data de 1482 y es el encargo de lombardas por el duque de Medina Sidonia. El apodo, pues, está más que justificado.
9
Elche, los franjiverdes
En el caso del Elche, el apodo viene de la equipación: camiseta blanca con una franja horizontal verde, pantalón blanco y medias blancas con la vuelta verde. De la combinación de los colores blanco y verde proviene el sobrenombre de «franjiverde» con que se conoce a los jugadores y aficionados del club. Fue en la temporada 1926-1927 cuando se le incorpora a la camiseta la franja verde horizontal en el centro, ya que hasta entonces era completamente blanca.
10
Español, los periquitos
El apodo surge porque en el barrio donde se construyó el estadio de Sarriá vivían numerosos periquitos. Después de la construcción, se continuaron viviendo en los árboles que rodeaban el nuevo coliseo. Por ello, equipo y aficionados reciben el mote de «pericos». Hay otra teoría más rebuscada derivada de Félix el Gato, un personaje animado de la era del cine mudo introducido en Cataluña como «gat periquito». Los periodistas decían que al campo del Español iban pocos aficionados, «quatre gats», o cuatro gatos.
11
Getafe, los azulones
El Getafe es el Geta, apelativo castizo, pero sobre todo es el equipo azulón. No hay más misterio en el sobrenombre que el de su equipación: camiseta, pantalón y medias color azul oscuro.
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Granada, el conjunto nazarí
El caso del Granada es parecido al del Córdoba: la historia determina su apodo. LaNazarí (o Nasrí) fue la última dinastía musulmana que dominó el Reino de Granada desde 1238 hasta 1492, cuando los Reyes Católicos culminaron la reconquista cristiana. Esta dinastía tuvo un total de 20 sultanes. El último de ellos, Boabdil «El Chico», se negó a pagar los tributos impuestos por la Corona de Castilla, lo que llevó a Isabel y Fernando a entrar en guerra. Durante el reinado de los nazaríes se edificó la Alhambra, una de las joyas del arte musulmán de todos los tiempos. Ahora, los rojiblancos del Granada Club de Fútbol, el Graná para sus parroquianos, se hacen llamar nazaríes.
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Levante, los granotas
Según «fuentes oficiales» del Levante Unión Deportiva, el apelativo «granota» procede de una curiosa coincidencia. Transcurridos unos años de la Guerra Civil, el Levante tenía jugadores, pero no campo debido a que el terreno en el que solían jugar fue utilizado por la Organización Juvenil Española (OJE), fundada en 1960. Entretanto, al Gimnástico le ocurría lo contrario, no tenía apenas jugadores pero sí campo de fútbol. Así que unieron sus fuerzas. El campo del Gimnástico estaba en el cauce del río Turia (frente al museo San Pío V, en Valencia), donde había un gran número de ranas («granotas» en valenciano).
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Málaga, los boquerones
Blanquiazules o albiazules son apodos que identifican a este equipo por el color de su primera equipación, pero el apelativo más popular, boquerón, es uno de los símbolos asociados a la ciudad de Málaga. De hecho, a los malagueños se los conoce como boquerones, pescado azul cuyas deliciosas raciones son preceptivas para cualquier local y visitante de la capital de la Costa del Sol.
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Rayo Vallecano, los rayistas
Rayistas (por el nombre del club) o franjirrojos (por su equipación) son los apodos más comunes del Rayo Vallecano, fundado el 29 de mayo de 1924 en el domicilio de Prudencia Priego, viuda de Huerta, siendo su primer presidente Julián Huerta Priego. Rayo rojo en el escudo y cruzando la camiseta blanca de este popular club madrileño.
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Real Madrid, merengues y vikingos
El término «merengue» para referirse al Real Madrid y a sus aficionados apareció por primera vez en la prensa en el año 1913 y se relaciona, por supuesto, a su indumentaria blanca , del mismo color que el famoso dulce. Así vestía el Corinthian de Londres, un equipo que fascinaba a los pioneros que fundaron el Sociedad Sky Football y el Madrid Foot-Ball Club, embriones de lo que sería el Real Madrid.
Los primeros estatutos del club, de 1902, dan fe de la elección: «El uniforme reglamentario será para los partidos ordinarios pantalón azul oscuro, corto y recto, blusa blanca y medias oscuras, y para los partidos extraordinarios será: pantalón y blusa blancos, medias negras con vueltas y cinturón con los colores nacionales, completando este uniforme un casquete azul oscuro».
El término «merengue» se popularizó, no obstante, gracias a las narraciones de Matías Prats en Radio Nacional de España en los años 50. El mote «vikingo», por su parte, se contrapone al de «indio» del eterno rival de la capital, el Atlético. Los atléticos comenzaron a llamar a los madridistas vikingos por la cantidad de jugadores rubios o procedentes del norte de Europa que reforzaron sus filas, como los alemanes Netzer, Breitner y Stielike, o el danés Jensen.
17
Real Sociedad, los Txuri-Urdin
La Real Sociedad es el conjunto Txuri-Urdin, es decir, blanquiazul en euskera. 1970. Txuri-Urdin también es el nombre del himno del club, encargado en 1970 por el entonces presidente del club, José Luis Orbegozo, al compositor y poeta donostiarra Ricardo Sabadie. A los pocos años de nacer este himno, el equipo vivió los mejores años de su historia, con dos Ligas consecutivas ganadas, lo que contribuyó a que calara como no lo habían hecho los anteriores.
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Sevilla, nervionenses o palanganas
El barrio de Nervión impone uno de los apodos más usados para el equipo y los hinchas del Sevilla, pero sus rivales béticos los llaman palanganas. La historia viene de lejos. El Sevilla era un equipo demasiado clasista en sus inicios, pero fichó a un jugador de familia humilde, lo que provocó peleas internas entre los directivos. Los que pensaban que todo el mundo tenía derecho a jugar en el Sevilla se marcharon y fundaron el Betis, dejando una palangana en la que se leía: «Aquí os dejamos como despedida esta palangana, que la utilizaréis de por vida para recoger las lágrimas que derramareis, no por vuestros fracasos, sino por nuestros éxitos, pues a partir de ahora estaréis más pendientes de ellos que de vuestra propia realidad».
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Valencia, el conjunto che
La expresión «che» (que podría traducirse por «oye») en Valencia parece un apodo más que lógico para este equipo. Luego, y como hemos visto en otras ciudades donde hay varios clubes que rivalizan, está el mote que te ponen los adversarios. Los aficionados del Levante llaman chotos a los del Valencia porque antiguamente los terrenos de Mestalla eran unas majadas donde pastaban estos animales.
20
Villarreal, el submarino amarillo
Existe un pique entre Cádiz y Villarreal por el apodo de «submarino amarillo» que merecería una pieza aparte. La canción de los Beatles («Yellow submarine») y el color de la equipación del conjunto castellonense tienen la culpa del sobrenombre. Al parecer, el tema de los «Fab Four» de Liverpool suena por la megafonía de El Madrigal desde finales de los 60; empezó a utilizarse en el ascenso a Tercera del club en 1967. Y hay crónicas de principios de los años 70 que ya se refieren al Villarreal como «submarino amarillo».