La más dulce de las sequías

Ángel Di María y Luis Suárez son los fichajes menos rentables de lo que va de temporada. Según un estudio de la empresa Primetime Sport, el argentino del Manchester United y el uruguayo del Barcelona no están a la altura de las cantidades que se pagaron por ellos el pasado verano (75 y 81 millones respectivamente). El punta azulgrana, que desde que debutó en el clásico del pasado 25 de octubre ha disputado el 88 por ciento de los minutos, ha metido cinco tantos entre las tres competiciones. Es evidente que sus números no son dignos de la Bota de Oro que se adjudicó el año pasado, pero el debate sobre su sequía le ha cogido en buen momento. Suerte para él.

Con Messi y Neymar compenetrados y atinados ante la puerta contraria, el Barça ha recuperado la fiabilidad de principios de curso a pesar de la falta de acierto de su principal novedad, de la pieza que ha repescado la figura del delantero centro en el Camp Nou y que, por ende, ha obligado tanto al rosarino como al paulista a iniciar sus aventuras ofensivas desde la banda. En otras épocas, este hecho habría arrugado la frente de Messi, pero Suárez ha sabido entrar en el universo del «10» de la mano de Mascherano y de la amargura, que en este caso sería dulzura, de la yierba marte, esa tradición tan extendida en Sudamérica.

Ni Messi ni Neymar rechistan con la presencia del «9» como referencia ofensiva. De hecho, se benefician de su presión incansable, sus movimientos al espacio y sus asistencias de gol (nada menos que ocho). Está muy lejos de corresponder a la etiqueta de cazagoles que motivó su fichaje, pero de momento compensa su falta de definición con características menos tangibles. «No solo nos fijamos en los goles de los de arriba, sino también en la capacidad de generar ocasiones y movimientos», afirmó ayer Luis Enrique, que dijo estar «encantado» con el rendimiento de Suárez. El técnico suele relativizar la falta de puntería, pero sabe, aunque no lo diga, que el uruguayo necesita urgentemente mejorar en ese aspecto.

El Barça, que según «Lucho» ha completado «la mejor semana de entrenamientos de la temporada», viaja a Bilbao en busca de una victoria que volvería a poner la Liga en un puño tras el 4-0 que el Real Madrid se llevó ayer del Vicente Calderón. Los azulgrana no aprovecharon a principios de año el pinchazo de los de Ancelotti en Mestalla, así que saldrán al congelado césped de San Mamés con la lección más o menos aprendida y el precedente de la dolorosa derrota de Anoeta perfectamente reciente en su memoria y en la de Luis Enrique, que salió escaldado de San Sebastián después de una trifulca con Messi y una incomprensible sobredosis de rotaciones. Mientras, el Athletic pretende estirar la mala racha del Barça en tierras bilbaínas (tres visitas seguidas sin victorias). Valverde no podrá contar con Iturraspe, lesionado en la rodilla, ni con el sancionado Iraola.