Liga BBVA | Jornada 22
El Barça se sube a la Liga
Los azulgrana, disparados por Messi, se colocan a un punto del Madrid después de golear en San Mamés al Athletic (2-5)
El Barcelona, desahuciado no hace tanto y deprimido por una crisis incontrolable, se acomoda en la zona preferente del tren, a tan solo un punto del Real Madrid después de un triunfo de prestigio en San Mamés. H ay Liga, hay más Liga que nunca , y los estadistas ya recuerdan que los azulgrana dependen de sí mismos para alcanzar el título, disparados desde el momento en el que Messi se cansó de medianías. Si él juega, juega el Barça, que encima celebra que por fin marca Luis Suárez. De repente, todo va bien. [Narración y estadísticas]
Una vez se tocó fondo en Anoeta, dolorosa en las formas esa derrota para estrenar este voluble 2015, el equipo catalán vive una efervescencia permanente gracias a la excitación de Messi, que lleva siete tantos en cinco partidos y se planta con 23. En San Mamés, una noche de las de siempre en Bilbao con su frío, sus chapelas y sus aullidos en la grada, el Barcelona dibujó un ejercicio del todo convincente, enérgico en la zona de peligro y directo hacia el gol.
Marcó dos antes del descanso, pero pudieron ser más. Sin embargo, en un conjunto en donde las estrellas son y serán siempre los delanteros, merece una mención Claudio Bravo, que apareció cuando se le exigió para evitar sustos y giros inesperados y también le puede dar las gracias al palo por escupir un cabezazo de Aduriz con 0-2. Hasta la suerte, que ahora es de la buena, ha cambiado en el Barça.
Sin Iniesta y Mascherano en el inicio, a Luis Enrique le salió bien el experimento, reforzado el técnico por los resultados para dar valor a una norma inquebrantable en el fútbol. Cuando se gana, y más cuando se gana así de bien, se olvida todo lo demás y ya no se cuestiona la simpatía del asturiano ni se comenta aquel alocado pulso que le echó a Messi. Gracias a él, gracias al argentino, su silla ya no está tan caliente y cuenta cinco victorias seguidas en el torneo doméstico más la clasificación para las semifinales de la Copa.
De área a área
Para desactivar al Athletic, el Barcelona apostó por la verticalidad, entregado a lo que se les ocurra a los tres de arriba en este nuevo método que olvida el gusto por el toque infinito. Trazó el camino con un tanto afortunado de Messi, un libre directo que golpeó en la barrera y descentró a Iraizoz, y luego festejó a lo grande, aleluya, el renacer de Luis Suárez.
El uruguayo, que poco antes había desperdiciado una ocasión clarísima, sumó su sexto gol en esta etapa azulgrana , remate desde la frontal para recordar el principal motivo por el que se pagaron más de 80 millones por él. Todo lo demás –su trabajo, sus pases, su esfuerzo– está muy bien, pero le ficharon para llegar a la red.
En la reanudación enloqueció la velada, apasionante intercambio de golpes en las dos áreas. El Athletic se imaginó la hazaña con el tanto de Mikel Rico, pero se esfumó la alegría al minuto cuando De Marcos, en su propia portería, introducía el balón después de un remate de Messi.
Sentenciaría Neymar con el cuarto dos minutos después y, por mucho que el premio de Aduriz llegase en la siguiente jugada, San Mamés ya descartaba cualquier gesta y más con la roja directa de Etxeita. En el epílogo, ya con el Athletic entregado, Messi se recreó para inventarse la jugada del quinto, que llevó la firma de Pedro y la asistencia de un sensacional Busquets. Es otro Barça.
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