José Antonio Asián: «Estoy más tocado en lo anímico que en lo físico»

José Antonio Asián fue el pasado domingo, aunque sin quererlo, el 'protagonista' del Atlético Sanluqueño-Ceuta. La agresión sufrida por el entrenador ribereño del conjunto ceutí en El Palmar motivó su paso por el hospital. El resultado: una fisura en el tabique nasal, un esguince cervical y, sobre todo, un tremendo golpe anímico.

Después de 20 años como jugador y otros 30 en los banquillos, Asián vivió el episodio más triste de su carrera. Así lo reflejó en los micrófonos de 'Deportes al minuto' en Algeciras. "Fue muy desagradable porque llevo mucho tiempo en el fútbol y pasa cuando menos lo esperas. Ahora me ha tocado a mí, pero le puede tocar a cualquier entrenador, jugador o miembro del estamento arbitral", señala.

El veterano entrenador recuerda los acontecimientos y apunta: "Al término del partido voy al centro del campo para que mis jugadores no protesten más al colegiado. Ya fueron expulsados Borja Gil y Prieto, Segura tampoco puede jugar ante el Gerena y por eso quería evitar más bajas. Es entonces cuando llevo a todos al vestuario, pero varios radicales que ensucian la imagen del Atlético Sanluqueño inician la trifulca. Al bajar las escaleras recibo un puñetazo, me doy la vuelta y me protejo ante 25 o 30 personas".

Y continúa: "Intento ir al vestuario y me cuentan que por la espalda viene el jugador número seis del Atlético Sanluqueño (Juanmi Becerra), que me golpea. Eso me provoca un esguince cervical y después del golpe, al girar, son los aficionados de arriba los que me propinan golpes en el rostro. Un de esos me da en la nariz y me deja 'KO'. A partir de ahí me fallan las piernas, me caigo de espaldas y ya no recuerdo nada más. Al ver la sangre piensan que era grave y saltan las alarmas. Ya luego llega la Policía...".

Molesto con la actitud del colegiado

Más allá de eso, José Antonio Asián se muestra dolido y molesto con la actitud del colegiado Verdugo Dorado. "El árbitro tendría que reflejarlo en el acta, pero no lo hace porque ya estaba en el vestuario. Él no está presente y se acoge a eso, pero su obligación era estar en el terreno de juego hasta que se marchan del césped los integrantes de ambos equipos. Eso sí, habrá un informador que haya recogido esa incidencia", aclara.

Asimismo, el preparador de los 'caballas' apuesta por pasar página. "Tengo una magnífica relación con miembros del Atlético Sanluqueño como Ali, Abel, Alonso, Chiqui, el presidente Manolo Fernández... Y pienso que las cosas del fútbol se quedan en el terreno de juego. Estaré 'chapado a la antigua' y me ha tocado a mí, pero no voy a denunciar. Quiero que sea un ejemplo para que no vuelva a pasar porque son acontecimientos del siglo pasado".

Y apostilla: "Me toca el amor propio que me pase esto despues de 20 años como futbolista y 30 años como entrenador. Pero, sobre todo, estoy más tocado en lo anímico que en lo físico porque mi familia lo pasó muy mal al ver las imágenes. Si hubiésemos empatado, ganado o no hubiese ido a por mis jugadores, yo no sé que habría pasado".