Atlético-Barcelona
Neymar salpica en todos los charcos
Metió un doblete, provocó al Atlético y al público y propició el pase del Barcelona
![Neymar salpica en todos los charcos](https://s1.abcstatics.com/Media/201501/29/neymar--644x362.jpg)
Bastó con avisar en la previa del gusto de Neymar Júnior por las grandes citas para que el paulista se encargara de arruinar, por acumulación de protagonismo, los sueños de remontada del Atlético de Madrid. Estuvo en todas las salsas. Da igual que aún tenga 22 años y que apenas lleve una temporada y media en Europa. Él convierte en descaro y atrevimiento, en «flow» juguetón y brasileño, lo que otros traducen en indecisión. Y los rivales lo saben. No hay candidez que valga ante semejante muestra de desequilibrio en todos los sentidos.
Quizás por todo ello, y también por las ganas que los jugadores rojiblancos le tenían de partidos anteriores, Neymar terminó en el suelo sus dos primeras intervenciones. No se amedrentó , por su supuesto, como tampoco se arrugó cuando en el último precedente liguero ante el Atlético acabó con un agujero en el tobillo tras una dura entrada de Giménez. El «11» del Barcelona, que por fin puede decir que comparte con Messi el peso ofensivo del equipo, se levantó y no paró de mostrarse hasta aprovechar una magnífica contra propuesta por el argentino y prolongada por Suárez para arreglar el tempranero descosido de Torres.
Neymar, que en Brasil ya finalizaba muchos partidos amoratado, hizo gasolina de las caricias que le dedicaron sus marcadores y se erigió en el verdugo azulgrana de una primera parte cien por cien copera y loca de atar, aunque en todo caso más coherente con la clásica historia de los Atlético-Barça que con la excepción táctica y defensiva de la temporada pasada, en que la doctrina del «Cholo» Simeone destrozó una y otra vez el inmovilismo del «Tata» Martino.
Anoche, en un ambiente casi bélico en pos de una remontada que terminó no ocurriendo, Luis Enrique no triunfó ni mucho menos gracias a la pausa que tradicionalmente aportan Xavi Hernández o Andrés Iniesta. Todo lo contrario. Con el egarense en el banquillo y el manchego de nuevo secundario en la planificación ofensiva, fue otra vez el tridente de ataque el que sostuvo el argumentario culé. No es nuevo pensar que Messi, Suárez y Neymar marcarán el futuro del equipo en las tres competiciones, pero en el caso de ayer es de justicia señalar al brasileño como agitador decisivo hacia el éxito de los suyos.
Superar una «guerra»
De hecho, tenía clarísimo a pocos días de visitar el Calderón que el Barça debía superar una «guerra» para alcanzar las semifinales de la Copa. Se lo tomó al pie de la letra, ya que desquició al Atlético marcando dos goles y protagonizando gestos y detalles, sobre todo en la victoria , que encendieron a los Juanfran, Raúl García y compañía. Torres, preso de la calentura, también prendió contra Neymar antes del descanso, justo después de que el paulista situara un 2-3 ya inalcanzable para los colchoneros.
La mecha siguió humeando en el túnel de vestuarios y acabó con Gabi expulsado por protestar y el público tremendamente enfadado con el responsable de un estropicio insólito para la buena costumbre de Simeone en las eliminatorias a doble partido. Gil Manzano no ayudó, pero el verdadero dinamitero fue Neymar.
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