El Barcelona golea al Elche en familia

La desigualdad manifiesta, la hora del partido entre semana (diez de la noche) y la crisis a todos los niveles que vive el Barcelona desde hace unos días convirtió el enfrentamiento entre el equipo barcelonista y el Elche en una muestra perfecta de lo que es hoy en día la Copa del Rey, un torneo sin emoción, un mero pasatiempo en mitad del calendario que, por lo menos en el Camp Nou, sirve para que los turistas llenen las memorias de sus dispositivos móviles con fotos y vídeos con fondo verde. Solo 27.099 aficionados asistieron al estadio. Ayer se disputó la ida de los octavos de final, una cita que el Barça resolvió antes del descanso gracias a tres goles de sus tres delanteros de referencia: Neymar Júnior, Luis Suárez y Leo Messi. En la segunda parte, el cruce quedó del todo sentenciado. [Así hemos contado el Barcelona-Elche ]

Cuatro días después de la derrota en Anoeta , origen entre otras cosas del conflicto abierto entre el astro argentino y el Luis Enrique, el Barça entró en el campo con su primera unidad. Salvo por la presencia obligada de Bartra y Roberto de inicio, el técnico asturiano, oficialmente cuestionado, salió a no quemarse. Considerando el resultado, la jugada le salió bien, pero a nivel ambiental comprobó que la grada, puesta a escoger entre su figura y la de Messi, optará por la del «10». Lo contrario habría sorprendido, básicamente porque el fútbol expresa emociones sobre el césped, con el balón en juego. Y en esas circunstancias, el argentino lleva años de ventaja.

El choque tardó en abrirse para los intereses del Barça, que toparon en los primeros minutos con el buen trabajo defensivo de un Elche que también vive momentos complicados a nivel institucional. Los franjiverdes, que curiosamente tampoco pueden fichar, se olvidaron de Ter Stegen y aguantaron atrás hasta que Neymar culminó una gran jugada colectiva en el 34 de juego. Cinco minutos más tarde, Suárez estableció el 2-0 tras guisarse un mano a mano con Tyton y al borde del descanso Messi celebró un penalti lanzando besos a la afición mientras Luis Enrique ganaba el túnel de vestuarios.

En la segunda parte, el Barça continuó con su festival goleador a lomos de Jordi Alba, que finalizó de caño una asistencia de Messi, y de Neymar, que completó su doblete copero con un golazo por la escuadra. El brasileño, por cierto, abandonó el campo doliéndose del tobillo. Poco más en la segunda mitad, a parte de algún que otro pito para Luis Enrique. La división está servida.