Violencia en el Fútbol
Villar margina al CSD y a Cardenal
La RFEF aprueba las medidas antiultra, pero ve innecesario que el Gobierno esté en una nueva comisión contra la violencia
Y por fin, Ángel María Villar se hizo carne, cargada de actividades su agenda del lunes después de cumplir con sus obligaciones como vicepresidente de la FIFA en el Mundial de clubes. El lunes presidió la junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol por la mañana, participó en la comida navideña con los trabajadores, estuvo por la tarde en la comisión delegada y brindó con los medios de comunicación por la noche, pero no hay palabras ni reflexiones suyas 23 días después de la muerte de Francisco José Romero Taboada , «Jimmy», el ultra de Riazor Blues que fue asesinado por seguidores del Frente Atlético en la reyerta entre los radicales del Deportivo de La Coruña y los del Atlético de Madrid.
Sin embargo, sí que aprobó la creación de una comisión del fútbol para analizar las propuestas que el Consejo Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional hicieron en su día para acabar con la violencia en el fútbol. Eso sí, Villar no quiere que participe el CSD, lo quiere fuera de la toma de decisiones.
Perdura, de este modo, el pulso que mantienen Ángel María Villar en representación de la RFEF y Miguel Cardenal como máxima autoridad del CSD, una pugna con varios frentes abiertos como el de la gestión de la quiniela. La relación entre los dos directivos no es del todo satisfactoria y más después de lo sucedido en los últimos días a partir del dramático desenlace de la pelea en Madrid Río.
Cardenal reprochó públicamente a Villar su inacción en la toma de medias contra la violencia en el fútbol, pues la RFEF se debía reunir el pasado lunes 15 de diciembre para aprobar el paquete de medidas que incluía el cierre parcial o total de los estadios, la pérdida de puntos y el descenso de categoría por actos violentos en los recintos deportivos y otros castigos y novedades.
Villar, que había convocado para esa jornada a la comisión delegada, se desplazó a Marruecos el domingo para el Mundial de clubes y el encuentro quedó suspendido, un nuevo desplante que encendió al Consejo Superior de Deportes. Cabe recordar que Villar no estuvo el 1 de diciembre en la comisión antiviolencia que se convocó de urgencia tras el asesinato de «Jimmy» y el día 4 no fue a la sede del CSD para dar el visto bueno al plan antiultra.
Desde el CSD no entienden ni el silencio de Villar ni su poca implicación en el asunto , fundamental la voz y la firma de la RFEF para que las medidas tengan validez. Pero Villar no quiere que el CSD pertenezca a la nueva comisión del fútbol. Lo considera innecesario y una postura, la de Cardenal, intervencionista, así que quiere «librarse» de su presencia.
Villar quiere que aquí hable la gente del fútbol y sí tendrían cabida los jugadores, representados por la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), entrenadores y árbitros. «Esta comisión estará integrada en su totalidad por personas pertenecientes exclusivamente al fútbol español y en ella estarán representados todos los estamentos federativos», rezaba el comunicado. Se entiende que Cardenal queda fuera.
Debate en la delegada
En Las Rozas se valoró ayer, durante el transcurso de la junta directiva que duró un par de horas, las propuestas del Gobierno y de la Liga, una interesante charla en la que se apostó por el cambio en el reglamento sancionador y que conlleva algún cambio en los artículos de los estatutos de la RFEF. De todos modos, la propia Federación quiso recordar que muchas de las propuestas ya existían.
«Se hace constar que las medidas acordadas en las últimas reuniones entre distintos estamentos del deporte español ya existen, en su gran mayoría, incorporadas en la reglamentación federativa actualmente en vigor». Del nuevo reglamento sancionador propuesto por CSD y LFP hay cosas inviables, según la RFEF, como designar un delegado de seguridad en cada encuentro de Segunda B por falta de dinero.
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