Rakitic e Iniesta fueron demasiado para el Huesca

No hubo espacio para la emoción ni el romanticismo en El Alcoraz, sede de la ida del cruce de dieciseisavos de final de Copa entre el Huesca y el Barcelona. Se presentó el cuadro local con toda la ilusión, una grada supletoria y algo tan entrañable como un productor de mármoles como flamante patrocinador, pero nada pudo hacer contra la voracidad azulgrana, representada en este caso por su unidad menos habitual. Los Munir, Rafinha, Bartra, Adriano, Samper o Douglas partieron de inicio en un once completado, eso sí, con dos lujos que allanaron el camino en apenas un cuarto de hora: Ivan Rakitic y Andrés Iniesta. (Narración y estadísticas)

El medio croata, principal comandante de la creación a falta de Messi, Neymar o Xavi, abrió el marcador gracias a un tiro libre magistralmente ejecutado a la escuadra de Dani Jiménez, cuya estirada fue inútil. Cuatro minutos más tarde, su compañero en la medular, que reaparecía tras cuarenta días de baja, depositó la sentencia justo en el mismo ángulo. Iniesta finalizó desde la frontal una contra lanzada por él mismo y que Pedro y Rakitic cocinaron con gusto. Precisamente el canario, necesitado de goles, firmó el tercero pasada la media hora. Recortó en el pico izquierdo y encontró la red por el palo corto.

Pudo ampliarse la cuenta aún más en la primera parte, pero Munir, cuya pólvora sigue mojada, falló incomprensiblemente un rechace a puerta vacía y Rakitic, desatado a balón parado, mandó otro tiro libre al palo de Jiménez. También el Huesca tuvo sus opciones en algún tramo de sesteo azulgrana, la más clara a cargo de Guillem, que remató solo para lucimiento de Ter Stegen, titular por sorpresa en detrimento de Jordi Masip. El guardameta de Sabadell, claramente tercer portero para Luis Enrique, sigue sin debutar en partido oficial.

En la segunda parte el Barça se limitó a controlar el partido, sin hacer sangre ante un Huesca que aún disfrutó de alguna ocasión aislada para darle una alegría a su parroquia. Les faltó temple y precisión ante portería, a parte de un punto extra de picardía para burlar a Marc Bartra, que fue el defensa azulgrana más aplicado. En el minuto 72 llegó el 0-4, obra de Rafinha en una acción personal desde la banda derecha. El pequeño de los Alcántara condujo, disparó con la izquierda y el balón se coló en el marco local tras un rebote.