Un espeso Barça choca contra el Málaga

Al quinto partido llegó el primer pinchazo del Barcelona en la Liga. Los catalanes toparon contra el planteamiento defensivo de un Málaga que además gozó de más y mejores oportunidades que el líder.

Los azulgrana, vestidos otra vez de carmesí, firmaron su peor encuentro desde la llegada de Luis Enrique. No se sintieron cómodos ni atacando ni defendiendo. Arriba les faltó precisión y velocidad en el pase, espacio para expresarse y soluciones por fuera. Con el rival metido en masa en su campo, el efecto sorpresa de las bandas se convierte en algo básico. Lo demostró el acercamiento más peligroso de los azulgrana en el primer parcial, en que Alba dobló por la izquierda y sirvió potente para un Messi que no abrió la lata por centímetros. En el otro frente, el debutante Douglas pecó de prudencia y se limitó a no perder el balón. No probó el cambio de ritmo ni participó en ninguna jugada asociativa. Atrás, el brasileño no estuvo mucho mejor, ya que contribuyó al inquietante despliegue vertical de los de Gracia, que examinaron a Bravo mediante un tiro de Amrabat . Por otra parte, Luis Enrique rotó otra vez en el eje central. Jugaron Piqué y Bartra, pero la dupla que forman no está compensada.

Por el mérito defensivo del Málaga, el mal estado del césped y el apagón en la creación azulgrana, Kameni se fue al vestuario sin gastar los guantes. En la segunda parte el camerunés siguió tranquilo, pero su homólogo azulgrana recibió los primeros sustos de la temporada. Se estiró el cuadro local, espoleado por la grada y por la impotencia culé, y dispuso de dos ocasiones claras para adelantarse. Primero, Rosales mandó fuera por poco un fuerte tiro desde la frontal y luego Luis Alberto estrelló en el palo una falta cometida por Douglas. Luis Enrique trató de solucionar la papeleta metiendo a Munir y Sandro, pero el peligro solo llegó a balón parado, con sendos cabezazos de los centrales; solo el de Piqué exigió realmente a Kameni.