Fórmula 1 | G. P. abu dabi
Mercedes corona a Hamilton
El inglés logra su segundo título mundial en una carrera apacible que fue un calvario total para Rosberg
Lewis Hamilton se consagró como campeón del mundo por segunda vez sin ninguna oposición. No existió el duelo con Rosberg porque éste se rindió desde el primer segundo. Una pésima salida y múltiples problemas en su monoplaza lo condenaron a un calvario en Abu Dabi (decimocuarto). Fiesta y bien merecida para el inglés, un piloto único que ha conducido un coche superior mucho mejor que su compañero. Alonso terminó noveno en su última prueba con Ferrari.
Nico Rosberg comenzó a perder el título en el kilómetro cero. Salió fatal, clavado en los tacos, paralizado probablemente por los nervios. Sin chispa cuando más se requería que demostrase energía y voluntad. Le adelantó Hamilton con la puerta totalmente abierta y casi le supera por detrás Felipe Massa con el Williams. Mal asunto para el alemán, que vio desde la primera línea como Hamilton se escapaba y ponía tierra de por medio con absoluta comodidad.
Desde ese instante, Hamilton condujo el Mercedes con el codo en la ventanilla. Apretó en las primeras vueltas y capturó un colchón de dos segundos que le permitió controlar la carrera con cierta comodidad. Si aceleraba algo Rosberg, aceleraba él. Si contemporizaba el germano, no arriesgaba él.
Y así durante vueltas y vueltas, sin que Rosberg demostrase una ambición superior. Ante la posibilidad de ser campeón del mundo, el teutón se comportó muy blando, con flojera de espíritu. Había transcurrido la mitad de la carrera y no se había acercado a Hamilton, siempre dos segundos por delante.
Todo lo que podía salir mal a Rosberg, le salió. Cometió un fallo de pilotaje en la vuelta 23. Se fue largo en una curva y probó la escapatoria del Yas Marina. Unas vueltas más adelante, detectó problemas de potencia en su motor Mercedes. Y durante algunos minutos, fue uno de los coches más lentos en pista. Le adelantó Massa, también Bottas. Ya solo podía rezar para que el coche de Hamilton se rompiese.
Lo de Rosberg fue un calvario en Abu Dabi, porque fue perdiendo posiciones con su coche renqueante. En la vuelta 40, ya ubicado en la plaza novena, Hamilton era campeón del mundo aunque se hubiese retirado. Solo estaba en riesgo su victoria parcial por parte de Massa, muy veloz con el Williams y dispuesto a arriesgar el bigote por ganar en Abu Dabi. Hamilton, un piloto diferente, no se lo permitió.
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