Liga Endesa
El Barça frena en seco el resurgir blanco
El equipo azulgrana demostró que al Real Madrid aún le queda lejos su mejor nivel
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Crónica
El Barcelona Lassa puso fin a la buena racha del Real Madrid en la Liga Endesa y a seis años de derrotas en Madrid ante su eterno rival. El conjunto de Xavi Pascual, que se presentaba en el Barclaycard Center como el último examen al crecimiento de los blancos en las últimas fechas, demostró que a Pablo Laso y a los suyos aún les queda trabajo por hacer. El juego coral de los Satoransky, Doellman, Navarro y compañía fue demasiado para un Real Madrid que nunca logró encontrarse cómodo sobre el parqué.
Los dos equipos comenzaron el choque muy atentos en defensa. Algo esperado en el Barcelona, que hacía honor a sus magníficos números en esa faceta del juego, pero también en el Real Madrid después de los mensajes repetidos hasta la saciedad en la previa del partido y que decían que ahí podría estar la victoria. Los de Pablo Laso cumplieron esa parte del plan, pero les falló la puntería para lograr un resultado satisfactorio. Como si el ambientazo de un Barclaycard Center abarrotado les hubiera atenazado en lugar de llevarles en volandas. El Barça, mientras tanto, siguió a lo suyo. Con un Ante Tomic brillante bajo los aros logró marcharse pronto ocho puntos por encima (9-17), obligando a Laso a solicitar tiempo muerto. La charla despertó a los blancos, que a base de una buena dosis de triples, combinada con el pundonor de Felipe Reyes, llegaron a dar la vuelta al partido. Dos lanzamientos largos de Maciulis y dos más de Carroll llevaron el marcador hasta el 23-22, primera ventaja local en el encuentro, pero con veinte segundos por jugar y tras un tiempo de Xavi Pascual, Pau Ribas selló el primer cuarto con un triple para el 23-25.
El guión fue prácticamente el mismo en el segundo acto, con el Barcelona evitando que el Madrid pudiese correr y haciéndole sudar por cada canasta, mientras seguía anotando de forma regular. El marcador volvió a estirarse a favor de los visitantes pero dos discutidas decisiones le devolvieron la igualdad, para enfado tremendo de Xavi Pascual. A estas alturas había quedado ya patente que Gustavo Ayón no tenía el día. Se fajó bien bajo la canasta rival, eligió siempre los movimientos adecuados, pero su esfuerzo no se tradujo en todos los puntos que hubiera debido. El único camino que los madridistas encontraron para hacer daño al Barça, sumar y no descolgarse estaba en la línea de triple, desde donde también el recuperado Nocioni aportó. Laso dio entrada en la pista al joven Doncic , que tampoco encontró soluciones a la espesura del Madrid. Sin embargo, se convirtió sin pretenderlo en un banderín de enganche para la grada del Palacio, que se tomó muy a pecho un par de faltas no señaladas sobre el canterano y le arropó con dos sonoras pitadas a los árbitros. Pero ni éstos ni el Barcelona acusaron la subida de temperatura en el recinto, hasta el punto de que de nuevo en una jugada final ejecutada a la perfección los azulgranas aumentaron su ventaja a seis puntos (44-50).
Tras el paso por vestuarios y vistas las dos primeras jugadas pareció que el Madrid había encontrado por fin cierta fluidez en su ataque, logrando canastas que en cualquiera de los cuartos anteriores no habrían entrado. Pero fue solo un espejismo. Ayón seguía peleado con el aro rival y cada vez más con los árbitros, diana de su frustración. Quien seguía dando sensación de estar muy cómodo era el Barcelona, que llevó su ventaja por encima de los diez puntos (48-59). Se emocionó el pabellón en dos ocasiones con otros tantos amagos de reacción blanca, pero los de Pascual los dejaron en nada. Poco a poco el público se hizo a la idea de que sin acierto los suyos no iban a ningún sitio. Y con esta dinámica la distancia entre ambos equipos no tardó en superar la barrera de los quince puntos hasta frenarse en el 58-74 con el que acabó el tercer cuarto.
Dieciséis puntos se antojaban un mundo viendo cómo estaban uno y otro equipo, y más cuando en los primeros instantes del último acto Sergio Llull se lesionó cuando iniciaba una jugada. A los blancos solo les quedaban la vía heróica y la imaginación de Sergio Rodríguez. El canario se echó el equipo a la espalda y encontró un aliado en Taylor, que con dos triples seguidos redujo la desventaja blanca (70-81) y devolvió las esperanzas al Palacio. Con la grada encendida los blancos subieron un punto en intensidad y por primera vez en el encuentro pusieron en apuros al Barcelona, a cuyos jugadores también les empezó a temblar la mano. Pero no había tiempo para hazañas, y menos con un veterano como Juan Carlos Navarro marcando el ritmo de juego, por lo que todo quedó en un maquillado 84-91, además de un accidentado final, con una falta técnica señalada a cada equipo y mucho más barullo que juego.
Tras su meritorio triunfo, los azulgranas adelantan en la clasificación al Real Madrid, que ve frenada una racha de diez victorias ligueras.
Previa
En una época del año en la que abundan la alegría y los regalos, el que han recibido el Real Madrid y el Barcelona Lassa podría no serlo tanto, pues deshará su empate y dejará a uno de ellos con peores números que el otro en la clasificación. Se trata nada menos que de todo un clásico de la ACB , el primero de la temporada después de que el camino de blancos y azulgranas no se cruzase esta vez en la Supercopa de España. El caprichoso calendario ha deparado que los eternos rivales crucen guantes por fin esta tarde (19.00 horas, Barclaycard Center, La1), en unas fechas tan especiales, al filo ya de 2016. Un duelo que se antoja vibrante entre el segundo y el tercer clasificado de la Liga Endesa, perseguidores ambos de un intratable Valencia Basket que cuenta todos sus partidos por victorias y que en esta jornada 13 defenderá su primer puesto en Tenerife.
Para el conjunto que dirige Pablo Laso el de hoy será además un examen definitivo a su despegue después de un inicio de temporada muy irregular, sobre todo en la Euroliga, en cuya primera fase el vigente campeón coqueteó con la eliminación aunque finalmente logró meterse en el Top-16. Ahora, después de encadenar por fin triunfos con cierta normalidad, el técnico vitoriano reconoce que «en los últimos cincuenta días el equipo ha ido claramente a mejor». Algo que para el cuerpo técnico madridista es «normal y esperado» y tiene unas causas claras e identificadas: «Hay jugadores que han ido cogiendo su mejor momento de forma y los nuevos se han ido acoplando. Todas estas situaciones necesitan un poco de tiempo y el calendario no nos ha resultado fácil. En este momento el equipo sí que está en una línea ascendente y consiguiendo buenos resultados, pero yo siempre espero que lo mejor esté por llegar».
Estabilidad en el banquillo
Tendrá tiempo de comprobarlo. Laso deja escapar una sonrisa al ser preguntado por su reciente renovación hasta el 30 de junio de 2018 , dos años más de los que tenía firmados, y que fue anunciada en la misma semana del clásico. « Estoy muy agradecido al club por la confianza que me transmite y contento por poder seguir dirigiendo a este equipo y a estos chicos».
Si cumple hasta el final esta ampliación, el vasco habrá permanecido siete años en el banquillo del conjunto madridista. Toda una era. Sin embargo, se quita enseguida los focos de encima y los devuelve al parqué donde, según las estadísticas, esta tarde se miden los dos mejores equipos del año 2015 por resultados, además del mejor ataque, el blanco, contra la mejor defensa, la azulgrana. «Los equipos y los jugadores son diferentes. Nosotros tenemos unos jugadores que se mueven bien en campo abierto, que necesitamos un poco el ritmo de partido, que apostamos por anotaciones altas y especulamos poco, pero sabemos que para nosotros es clave defender. Entonces, que los números digan que la mejor defensa sea el Barcelona o el mejor ataque sea el Madrid, en partidos como este no tiene mucha trascendencia», advierte.
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El entrenador del Real Madrid no tiene ningún reparo en elogiar a su eterno rival, en el que encuentra muchos puntos fuertes. « Es un equipo con muchísimas armas, que ha recuperado a Navarro , que está otra vez en su mejor momento. Tiene mucha amenaza en el juego exterior, es un equipo muy largo por fuera, y dentro han cambiado y han traído tres jugadores que le dan una capacidad atlética importante. Hablar del Barcelona y hablar solamente de una cosa sería quedarme corto».
Detalles decisivos
Lógicamente, Laso no deja entrever qué caminos explorarán los jugadores blancos para someter a un rival tan «bien armado en todas sus posiciones», pero sí reconoce que puede haber aspectos claves para acabar inclinando la balanza a un lado o al otro. «Tengo mucho respeto por Xavi Pascual y por su equipo y considero que son partidos siempre muy difíciles y en los que muchas veces las pequeñas cosas son las que al final son importantes , como los rebotes, no hacer pérdidas o los porcentajes de tiro».
Para el de Vitoria el de hoy será un partido «muy atractivo, porque llegamos igualados en la tabla y en unas fechas en las que suele haber siempre mucho ambiente de baloncesto. Llevamos diez partidos seguidos ganados y obviamente queremos seguir manteniendo la racha, sabiendo que nos enfrentamos a un gran rival, pero que nadie olvide que solo es uno más de 34 partidos de liga ».
Quien no podrá ayudar aún a los madridistas es su último fichaje, K. C. Rivers , que según confirmó el propio Laso se incorporará «probablemente el lunes». El escolta estadounidense regresa al club tras varios meses en el Bayern Múnich y con el objetivo de reforzar la plantilla tras la lesión de Rudy Fernández. «Nos venía bien de cara a un calendario tan duro incorporar a alguien y K. C. es uno de los nuestros, no tenemos que enseñarle donde están el pabellón y su taquilla. Conectó muy bien con la grada y con el equipo y nos puede dar cosas desde que aterrice . Estamos muy contentos, porque es muy querido por el madridismo y dentro del equipo», explica Laso, al que ya solo le falta un triunfo en el clásico para cerrar un año prácticamente perfecto.