Final ACB
El Real Madrid sobrevive a Hezonja
Los blancos, muy superiores, se adelantan en la final ACB a pesar del buen último cuarto del croata (78-72)
La final del todo o nada, en la que el Real Madrid busca un triplete histórico a costa de su gran rival, se tiñó ayer de blanco gracias al triunfo de los de Laso en el primer partido de la serie. El Madrid dominó el encuentro, merced a un buen Rudy Fernández y a su superioridad en el juego interior, pero terminó cautivo de su falta de intensidad y del acierto de Mario Hezonja , genial por momentos, que puso contra las cuerdas a los madridistas en los últimos minutos. Al final, su ímpetu no fue suficiente y el campeón de Europa afrontará el domingo el segundo duelo de la serie con ventaja.
La puesta en escena fue un suplicio para Xavi Pascual, cuyo baloncesto control sufrió un duro revés en el inicio del encuentro. El choque era un correcalles, con los dos equipos lanzados hacia la canasta rival y olvidando sus tareas defensivas. En ese escenario, los blancos se encontraron más cómodos, felices por las facilidades ofrecidas por el conjunto catalán. El triple, que tantos quebraderos de cabeza le había provocado a Laso ante el Valencia Basket, fue en esta ocasión el arma favorita de los blancos para romper el partido. Un parcial de 11-0, cimentado en los triples de Rudy Fernández y Llull, alertó al Barcelona (27-17, min. 9), que para entonces tenía ya a Tomic y Lampe en el banquillo con dos faltas personales cada uno.
Sin el filón del croata en la cancha, Pascual tuvo que buscar alternativas y la encontró en la muñeca de Hezonja. El otro balcánico del equipo, que previsiblemente pondrá rumbo a la NBA cuando acabe esta final, sostuvo al Barcelona a pesar del acierto blanco. Fogonazos de calidad. Un espejismo que escondía los problemas azulgranas para perforar el aro del Madrid .
El líder de la ACB mandaba al descanso por siete puntos (47-40), pero Laso no estaba satisfecho. La superioridad de su equipo no se reflejaba en el marcador y el paso de los minutos no ayudó a romper el encuentro. La charla de Pascual en el vestuario había recompuesto las filas en el Barcelona , mucho más aguerrido atrás, más cerca de la versión preferida por el técnico catalán. Para entonces, la única vía de escape para el Madrid se llamaba Rudy Fernández, imperial en el lanzamiento y muy centrado en la defensa de Navarro, al que secó casi hasta la desesperación. El duelo, desigual, mantenía al Madrid por delante, pero los esfuerzos blancos por romper definitivamente el marcador no fructificaban y la amenaza azulgrana se mantenía a un par de canastas.
Esa cercanía terminó por pasarle factura al Madrid en los últimos minutos, en los que Hezonja se echó el equipo a la espalda . El joven alero azulgrana llegó a poner al Barça a solo dos puntos a falta de dos minutos con una serie increíble de triples, alguno de ellos anotado desde más de siete metros. La confianza era tal, que todos los balones pasaban por sus manos, pero no fue suficiente. Sergio Rodríguez y Rudy Fernández templaron los nervios desde la línea de tiros libres y evitaron un sofoco mayor, dejando el primer punto de la final en Madrid.