El «indestructible» Sergio Llull

Los descansos y las rotaciones no van con Sergio Llull. Da igual el día de la semana o el rival. El base titular del Real Madrid en Europa en los últimos tres años ha sido siempre el mismo. Es el único ejemplo que se conoce en el continente, donde nadie se acerca a los registros de actividad del base balear. Un extraño caso de capacidad física, que ha unido a una mejora técnica que le ha hecho decisivo en el Madrid.

Desde que Sergio Llull tuviera que perderse dos encuentros por lesión en el inicio de la temporada 2012-2013, esa imagen suya en la grada no se ha vuelto a repetir. A partir de ese momento, el balear ha disputado 85 partidos de manera consecutiva, 83 de ellos como titular. Todos, menos el que coincidió con su regreso tras la lesión ( ante el Mapooro Cantú en la cuarta jornada de aquella Euroliga ) y uno del Top 16 en Madrid ante el Brose Baskets ese mismo año.

Dos anécdotas dentro de una trayectoria impoluta del «indestructible» Llull. El jugador más utilizado -de largo- por Pablo Laso en esta temporada europea en la que el Madrid busca, por fin, alzarse con el título más deseado en la Final Four .

Llull promedia casi 28 minutos de juego por partido, en los que anota 10,3 puntos y reparte casi 6 asistencias. Buenos números, aunque más allá de eso, su aportación principal está en la defensa -casi un robo por encuentro- y la reducción que ha hecho de sus pérdidas, apenas 0,8 en cada partido, lejos de la imagen de base alocado que tenía en sus comienzos.

Para Laso y para sus compañeros, Llull es ya una figura principal. Insustituible. Un jugador capaz de levantar un partido gracias a su energía y su capacidad física y anotadora. Un hombre al que no le quema el balón en los últimos segundos y al que el Palacio de Deportes idolatra. Un jugador «indestructible», que quiere levantar el único título que le falta en su palmarés con el Real Madrid.