La última canasta de Lauren Hill

Hace un año, Lauren Hill visitó un médico para saber el origen de los dolores de cabeza que no cesaban. Una visita rutinaria que acabó con un devastador diagnóstico: un cáncer cerebral no operable y sin más solución que la muerte en un período máximo de dos años. Esta joven estadounidense, brillante promesa del baloncesto en el instituto, comenzó entonces a aprovechar cada minuto que le quedaba de vida. Viajó con su familia por todo Estados Unidos, promocionando la lucha contra el cáncer y disfrutando de cada momento al máximo.

Entre los sueños que ha ido cumpliendo en estos últimos meses, a Lauren le quedaba uno que se hizo realidad ayer. Este debía haber ser su primer año como jugadora del equipo de baloncesto de la Universidad de Mount St. Joseph de Cincinnati y, como amante de este deporte, Lauren tenía entre ceja y ceja poder jugar un partido de la NCAA (liga universitaria) con su equipo.

Lo habló con el técnico, Dan Benjamin, que accedió a su petición y movió los hilos para adelantar el choque ante Hiram a ayer, antes de que la enfermedad avanzara y le impidiera disfrutar de la experiencia. La NCAA accedió a la petición de Hill y el choque se convirtió en una fiesta para ambos equipos y, en especial, para la propia Lauren, que saltó a la cancha con el dorsal 22 en medio del aplauso generalizado.

Ya sobre la pista, en los apenas 17 segundos que estuvo sobre ella al comenzar, Lauren anotó la primera canasta del duelo, que se paró entonces para hacerle un homenaje en el centro de la cancha. Abrazos y ovación para la jugadora, que poco después daba las gracias a todo el equipo y a los aficionados que la acompañaron en el partido.

«Ha sido el mejor día de mi vida. Gracias. No sé qué más decir, gracias», señaló Lauren, que a falta de 30 segundos para el final volvió a ingresar en la cancha para anotar otra canasta más. Su última canasta antes de morir. Lo hizo con una sonrisa y aupada por sus compañeras. Un ejemplo de lucha contra la adversidad y contra una enfermedad implacable ante la que ayer se dio un paso más para vencerla definitivamente.