El acierto del Real Madrid noquea al Barcelona en la Supercopa

Las piernas de Sergio Llull, el jugador sin pedal de freno, propulsaron al Real Madrid para ganar al Barcelona en la final de la Supercopa, tercera consecutiva para los madrileños. El equipo de Pablo Laso, titubeante en la semifinal ante el Valencia Basket , se rehizo con un muy buen partido ante el Barcelona, en plena fase de rodaje de ambos equipos. [Narración y estadísticas del Real Madrid-Barcelona ]

Llull, autor de 21 puntos –falló dos tiros en todo el partido–, pasó por el encuentro como un huracán. El Barça intentó contener su ritmo con el recién llegado Satoransky, pero nada podía frenar al jugador balear, un cohete que llevó el Madrid a su rebufo. Diez puntos seguidos de Llull dieron las primeras ventajas significativas a los blancos (15-6, m. 6), y al final del primer cuarto ya mandaban por quince (29-14), exactamente los puntos que había anotado Llull. Laso le sentó un buen rato del segundo cuarto y el Barça aprovechó para acercarse (40-36, m. 18), pero, casualidad o no, Llull volvió a pista y el Madrid cerró la primera mitad con un parcial que despejaba el panorama y les daba diez puntos de renta (49-39).

 Nunca se volvería a acercar tanto el Barcelona en el marcador. El equipo culé se había mantenido a flote en el primer cuarto gracias a Ante Tomic, único jugador de los catalanes capaz de anotar en los primeros siete minutos de partido. El acierto de DeShaun Thomas y Maciej Lampe se unió al argumentario en el segundo cuarto, pero para el tercero el Madrid ya se había consolidado.

El subcampeón de Europa se apañó para que pasaran muchas cosas pero que ninguna fuera especialmente en contra, en un ritmo de anotación alto que beneficia al estilo de Pablo Laso. Nunca encontró el Barcelona la autoridad defensiva por la que ha destacado con Xavi Pascual, sin respuesta para el descomunal acierto blanco desde el triple (13 de 23). La muestra, Ioannis Bourousis: el griego, que anotó diez triples en 34 partidos el año pasado, clavó tres al Barcelona en la final, 17 puntos en total. El aro culé se convirtió en piscina.

Mientras el Madrid manejaba con comodidad sus ventajas hasta el final del partido brilló Rudy Fernández, autor también de 15 puntos, y también el fino KC Rivers, uno de los nuevos en el Real. Los blancos tuvieron tanto acierto que ni siquiera permitieron que el Barça maquillase el marcador, un contundente 99-78 final.