Supercopa Endesa
El Real Madrid reacciona a tiempo
Los blancos, a los que les costó entrar en el partido, acabaron con el Valencia a base de triples para meterse en la final (89-76)

El Real Madrid recuperó la alegría a tiempo y jugará la final de la Supercopa tras vencer al Valencia Basket en la primera semifinal. Los blancos, que comenzaron el partido apáticos y sin ninguna intensidad defensiva, fueron poco a poco recuperando las sensaciones del pasado, aunque lejos aún del nivel que les llevó a dominar buena parte de la temporada anterior. El Valencia, que dominó por momentos, volvió a dejar buenas sensaciones, pero acabó desfondado ante el mayor acierto exterior de los blancos y al dominio de Felipe bajo los aros. [ Estadísticas del Real Madrid-Valencia ]
Al Real Madrid le costó un mundo entrar en el partido. Frío, como el ambiente, y con apenas un puñado de entrenamientos con el grupo al completo, el conjunto blanco evidenció falta de sintonía en el inicio, lo que aprovechó el Valencia Basket para abrir brecha en el marcador y encender las alarmas en el banquillo de Laso. El técnico vasco movía el banquillo en busca de soluciones que no llegaban en ataque, pero que, al menos, elevaron el nivel defensivo y cortaron la racha valenciana con Campazzo, uno de los nuevos, contagiando su espíritu defensivo al resto de sus compañeros.
El ritmo de relevos en la cancha era frenético y al final del primer cuarto ya habían participado casi todos los jugadores, muestra de que la temporada aún está empezando y ni siquiera los técnicos tienen claro el rol de muchos de sus jugadores. Asidos al acierto de Rudy –espectacular por momentos-, los blancos fueron poco a poco limando las distancias en el marcador hasta igualarlo al descanso con un triple sobre la bocina de Nocioni.
El acierto de Llull y Rudy
Las dificultades para cerrar el rebote ofensivo y las dudas en el perímetro eran historia. Comenzaba un partido nuevo, con Sergio Rodríguez por fin en cancha –había sido el único jugador que no había participado en el partido- quien le dio aire fresco al Real Madrid.
Con él en pista, el Madrid fue más veloz, recuperando alguna de las señas de identidad del pasado reciente. Jugó entonces sus mejores minutos el Real Madrid, con Nocioni luciendo como si llevara de blanco toda la vida y con Rudy sacando a relucir los galones que siempre se le exigen. Entre el argentino y el alero llevaron al Madrid al liderato del partido, con una máxima ventaja de siete puntos (56-49) que obligó a Perasovic a pedir tiempo muerto.
Surtió efecto y el duelo volvió a equilibrarse gracias al acierto de Sato y Lucic y a la superioridad interior. Felipe Reyes, cosas de la vida, entró para solucionar esa carencia. Perfecto el capitán blanco en el rebote ofensivo, aunque algo despistado a la hora de defender. Por ahí comenzó a desangrarse el Real Madrid, que sufría para contener las acometidas valencianas.
El atasco blanco lo solucionaron Llull y Rudy Fernández con cuatro triples consecutivos ante la zona valenciana, que pusieron al Real Madrid cuatro arriba con cuatro minutos por jugarse (78-74, min. 36). Eran los mejores minutos del encuentro, al menos en intensidad. Partido de ida y vuelta. Loncar sostenía al Valencia ante el vendaval del Madrid, que terminó llevándose el partido merced a su acierto en los tiros libres en los instantes finales y a la brega de Felipe Reyes en la pintura.
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