Piragüismo
Rompen la pala, se caen al agua... y terminan ganando la plata en el Campeonato de Europa
Álvaro Fiuzá y Walter Bouzán protagonizan una histórica remontada que ha levantado la admiración de la piragua mundial
Imagínese a un atleta que se cae disputando los 10.000 metros tras tropezarse con sus propios cordones. El atleta en cuestión, se levanta como puede y, además de continuar la marcha, debe pararse a cambiar las zapatillas, rotas en el incidente, mientras ve cómo sus rivales acaban doblándole. En lugar de darse por vencido, comienza una remontada brutal hasta terminar disputando el triunfo con el ganador y acabando en segundo lugar. Pues bien, esa historia increíble ha sucedido este fin de semana en el Campeonato de Europa de Piragüismo de maratón, donde Álvaro Fiuzá y Walter Bouzán se sobrepusieron a una serie de desgraciadas desdichas para terminar cruzando la meta en segundo lugar tras una remontada que ya es historia de este deporte.
Los dos palistas españoles, Fiuzá y Bouzán, están acostumbrados a ganar carreras. Campeones del mundo y de Europa y triunfadores en el Descenso del Sella en varias ocasiones, los dos piragüistas españoles guardarán para siempre en su interior la prueba disputada en Portugal el pasado fin de semana en la que, curiosamente, solo pudieron ser segundos.
Según reconoce Fiuzá a ABC, el abrazo entre ambos tras cruzar la línea de meta fue más efusivo de lo normal. Ellos, que son poco de demostraciones públicas, se olvidaron de lo cotidiano y celebraron por todo lo alto una plata que les supo a oro en el Europeo de maratón . Medalla cimentada en una remontada histórica que se ha ganado la admiración del mundo de la piragua.
Apenas habían recorrido unos kilómetros de los 30 que consta la prueba cuando llegó la primera fatalidad. « Romper una pala y que se parta por donde se le partió a Walter es algo que no suele ocurrir nunca [Ver vídeo en el minuto 3:39:33] . Si acaso, puedes verlo una o dos veces a lo largo de tu carrera y a nosotros nos pasó en pleno campeonato de Europa», recuerda Fiuzá, que no daba crédito a lo que veían sus ojos desde la popa de la embarcación.
«A partir de ahí, fue una odisea. Un cúmulo de mala suerte. De repente, nos entraron las prisas por llegar 'porteo' (donde debían coger una nueva pala) y nos caímos al agua [ver vídeo en el minuto 3:40:20] . ¿Qué más nos podía pasar? La verdad, es que dentro de lo malo, mantuvimos la calma y montamos muy rápido para llegar a tierra y comenzar la remontada», apunta el asturiano.
Si continuaron adelante fue por él. « Al romper la pala y caer al agua pensé que la habíamos liado , pero Álvaro me dijo que había que seguir como fuera. Es su mentalidad. Lo ve todo siempre de color de rosa. Es muy cabezón y muy constante. Los dos lo somos. Es nuestra filosofía. No abandonamos nunca. No lo hemos hecho en los ocho años que llevamos juntos», recuerda Bouzán , involuntario protagonista de la mayoría de las desgracias que ocurrieron durante la carrera.
En esa remontada tuvo mucho que ver la rapidez con la que subieron a la embarcación después del vuelco. Ambos, acostumbrados a entrenar en el mar, tienen muy bien cogida la técnica y eso les ayudó a no perder tanto tiempo. Aún así, la distancia con el grupo de cabeza se hizo eterna . Más de dos minutos que los dos españoles fueron limando poco a poco a base de tesón y paciencia.
«Decidimos marcar un ritmo alto y cuando llegamos al grupo de cabeza hicimos una buena táctica, pero no dábamos para más. Intentamos jugarnos un farol, para ver si engañábamos a los rivales, para que pensaran que íbamos más fuertes, pero lo cierto es que estábamos acalambrados y llegamos vacíos ». Las palabras de Fiuzá, aún en Oporto tras la hazaña, suenan a mezcla de alegría y amargor. Sabe que en sus brazos tenían el oro, pero la plata les supo bien después de la odisea.
«Durante la remontada no todo fue fácil. Cambiar una pala no es tan sencillo. No es como cambiarse unas zapatillas al hacer el Camino de Santiago. Cada pala es muy personal, tiene unas medidas, un peso, unas marcas especiales... Tuve que usar hasta tres diferentes durante la competición y solo una era la mía », señala Bouzán.
En 20 años que llevo en la élite del piragüismo, jamás había visto lo que hicieron hoy @A3Fiuza y @WBouzan para ser sub campeones de Europa
— Javier Hernanz (@Javierhernanz) 2 de julio de 2017
Ese tesón les sirvió para alcanzar al grupo cabecero y cruzar la meta a solo un segundo y medio de los ganadores. Una proeza que ha levantado la admiración del mundo de la piragua. «Nosotros no estamos acostumbrados a recibir tantas felicitaciones. Si acaso, cuando ganamos el Sella, pero poco más. E sta vez, los mensajes al teléfono y en las redes sociales demostraron que habíamos hecho algo muy grande . Que campeones como Craviotto, Javier Hernanz o Cubelos te llamen o te escriban para decirte que lo que hemos hecho es la leche, te reconforta», afirma aún dolorido por la hazaña protagonizada junto a Walter Bouzán, con el que tratará de ganar de nuevo la mítica prueba del Descenso del Sella.