Un niño entre gigantes

Nació en Dublín hace 22 años y los diez últimos se los ha pasado jugando al golf. Paul Dunne es el típico caso de un joven irlandés enamorado de su deporte nacional que ha crecido bajo la influencia del gran ídolo de la isla, Padraig Harrington. «Recuerdo tener machacadas las cintas de vídeo de sus triunfos en los Opens de 2007 y 2008 de tanto verlas», reconoce con una sonrisa el líder de la edición de 2015. Su situación en la tabla, compartida con Louis Oosthuizen y Jason Day (-12), no tendría nada de especial si no fuera porque Dunne todavía ostenta la condición de aficionado. Acaba de terminar la carrera de Empresariales en Estados Unidos y no pensaba dar el salto al profesionalismo hasta el próximo otoño . Quizá su buena actuación esta semana le haga cambiar.

« Me parece estar viviendo un sueño , todo lo que me está sucediendo es surrealista», comenta divertido al verse en lo más alto del «British». «Si se tratara de un torneo amateur no me sorprenderían mis tres vueltas de 69, 69 y 66, porque llevo un tiempo pegándole muy bien a la bola. Sin embargo, cuando veo que se trata del torneo más importante del mundo, me da un cierto cosquilleo», añade nervioso. Con el ejemplo de otro irlandés, Graeme McDowell, al que siguió en sus éxitos universitarios americanos, Paul quiere seguir viviendo en su nube. «No puedo controlar lo que hace el resto de la gente, así que sólo me puedo centrar en lo mío. Mi estrategia de juego siempre es ceñirme a mi plan y no pensar en nada más», reconoce. De esta manera podría colocarse como el primer aficionado que gane el Open desde 1930, cuando el mítico Bobby Jones se lo llevó a Augusta. A decir de sus compañeros, no se trata de una opción descabellada. «El que haya tantos amateurs ahí arriba indica que son muy buenos jugadores», apunta Sergio García. «Yo jugué dos veces como amateur y la presión es exactamente la misma, no se juega más relajado en absoluto». Otro golfista de la edad de Dunne, Jordan Spith, va más allá en su comentario. «Estoy convencido de que en la próxima década vamos a ver ganar un grande a un amateur . Apenas hay diferencia entre la preparación de estos chicos y la nuestra. Cada vez vienen con más nivel y ganas de triunfar».

Ante un guante de semejante calibre, el joven irlandés tiene que aceptar el reto. «No veo por qué no vayamos a tener un vencedor aficionado en breve o incluso hoy mismo. Como he dicho, sé que puedo firmar vueltas muy bajas, lo que hace falta es que los demás no hagan lo mismo». Por desparpajo y calidad en el campo no va a quedar , sin duda. Este chico tiene experiencia ganadora tanto en su categoría (campeón de Irlanda, de la Palmer Cup en el equipo europeo) como en la profesional (por dos veces ha ganado la previa del Open en Woburn). Hoy puede ser su día, tiene una cita con la historia.