Los ingleses Morrison (-16) y Paisley (-14) toman el relevo de la Armada en Alemania

Todo pintaba a favor de los golfistas españoles después de las dos primeras jornadas del BMW International . Con buen tiempo y un campo en excelentes condiciones se movieron como peces en el agua y asaltaron los primeros puestos de la clasificación. Sin embargo, en cuanto llegó el líquido elemento de verdad, todo se torció. La lluvia que cayó sobre Múnich ensombreció sus aspiraciones .

"Ha sido un día totalmente gris", declaraba apesadumbrado Jorge Campillo (-1) al terminar. Y lo decía no solo por el color del cielo, sino porque los ánimos se iban viniendo abajo según pasaban los hoyos y se veía que los hispanos iban perdiendo sus opciones en el torneo. "No me sentí bien desde el calentamiento y comencé un poco frío", reconoció Pablo Larrazábal (-11) ; "he estado impreciso todo el día y me he dejado muchas ocasiones por el camino", se lamentaba Rafa Cabrera (-10) , que perdió el liderato que había ostentado durante dos rondas; "ha sido una jornada de lo más aburrida -apuntaba Alejandro Cañizares (-8) - porque no he dejado ni una bola cerca y apenas he podido tirar para 'birdie'". Y con estos estados de ánimo, era muy difícil tratar de dar caza a dos jovencitos ingleses con ganas de comerse el mundo.

De entrada, James Morrison (-16) corroboró las buenas maneras que está mostrando este año. Ganó el Open de España hace poco más de un mes y ha continuado con su buena forma hasta este momento. En la sesión de hoy marchaba como un reloj, con una cadencia de tres "birdies" por vuelta y, de no ser por un fallo postrero en el hoyo 18, habría reventado el campeonato. Pero el de Chertsey demostró que también es humano y dejó la puerta abierta de cara al domingo. El que está más cerca es Chris Paisley (-14) , todavía sin experiencia ganadora en el Circuito y que está haciendo la mejor semana de su vida.

Mas, los españoles, no se quieren dar por vencidos. Larrazábal, que sale a cinco golpes del líder y ya ha ganado aquí en Eihenried , todavía ve posible la hazaña. "En este campo se pueden hacer muy pocas, lo que hay que tener es un buen arranque. Le estoy pegando muy bien toda la semana y no descarto acabar ahí arriba". Incluso Cabrera, a seis de distancia, mantiene viva la esperanza, pues piensa que "seis golpes son salvables en una última jornada. Que nadie apueste por que el torneo ya está acabado porque no es así en absoluto."

La sorpresa agradable de la jornada la protagonizó el valenciano Del Moral , que con 65 golpes ascendió a la quinta plaza. "He jugado muy bien, sobre todo desde las salidas, lo que me ha permitido jugar palos muy cortos y hacer muchos 'birdies'. También he pateado de maravilla. Los cambios que estoy realizando en los últimos tiempos están dando sus frutos. He alargado los palos y he vuelto con mi antiguo entrenador, que está haciendo un gran trabajo." Sus metas inmediatas, ahora que está necesitado de puntos que sumar, las tiene claras: "me encantaría quedar top-10 y clasificarme para el próximo torneo. Ese sería un gran premio en mi situación actual."