bádminton
El pesar de Carolina Marín
La campeona del mundo de bádminton vivía de donaciones anónimas. Ahora se disputan sus derechos de imagen
![El pesar de Carolina Marín](https://s1.abcstatics.com/Media/201502/12/carolina--644x362.jpg)
«Si no gritas, piensan que eres débil». Carolina Marín, campeona del mundo y de Europa de bádminton , justifica así su forma de comportarse en la pista para mostrar fortaleza ante sus rivales. No faltaron los aullidos cuando derrotó a la china Li Xuerui en el Mundial de Dinamarca celebrado en agosto de 2014. Y, de alguna forma, el colectivo de jugadores españoles, con ella a la cabeza, ha gritado su disconformidad con la normativa de la Federación para gestionar sus derechos de imagen, una «guerra» que ha acabado con la retirada del equipo nacional del Campeonato de Europa por Equipos Mixtos que se disputa estos días en Lovaina (Bélgica). Un escaparate internacional que, por desgracia, se escapa. Carolina Marín ha expresado su hondo malestar a su entorno.
El asunto habría pasado casi desapercibido en otro tiempo, no más que un breve a pie de página en los periódicos. En España hay unas 7.000 licencias de bádminton, que contrastan con los 100 millones que existen en China. Pero, de repente, surge una heroína casi por generación espontánea, como ocurría en los tiempos previos a los Juegos de Barcelona, cuando los apoyos de todo tipo escaseaban. El bádminton –y su estandarte, esta chica onubense de 21 años– empiezan a ser atractivos para los patrocinadores, y el dinero empieza a fluir poco a poco. La Federación quiere su gestión.
«Es una situación nueva», señala a ABC Gonzalo Iglesias, representante de la campeona del mundo. Antes de pronunciarse, Carolina Marín prefiere esperar a la reunión de mañana en la sede del Consejo Superior de Deportes, donde ambas partes se sentarán a negociar junto a la Asociación de Deportistas (AD), que apoya a los jugadores. «Este ha sido un deporte con un carácter amateur en España. Parece lógico que si acuden los patrocinadores haya que arbitrar una forma para administrar los recursos, pero no es comprensible que se haga sin contar con los verdaderos protagonistas. De todos modos, este no es un problema de Carolina, sino de todo el colectivo».
La andaluza, que vive en la Residencia Blume de Madrid y entrena en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), tiene como máximo objetivo esta temporada el Mundial que se celebra en Yakarta, Indonesia, en agosto. Entre el 22 y el 28 de junio tendrán lugar los I Juegos Europeos en Bakú (Azerbaiyán). Aunque la gran cita se dibuja en el horizonte: los Juegos de Río 2016. Antes de su éxito, Carolina recibía una inyección económica a través del «crowdfunding» o «micromecenazgo», una fórmula que ha experimentado con éxito en España la empresa «Patrocínalos». A través de pequeñas donaciones anónimas la entonces gran promesa del bádminton podía crecer. Ahora, hay disputas por sus derechos de imagen.
Noticias relacionadas