Javier Ballesteros, a la estela de Severiano

Ya no podía esperar más. Aunque se había puesto como reto acabar la carrera de Derecho antes de tomar los palos de golf como profesional, finalmente Javier Ballesteros ha dado el salto de categoría. Ayer se inscribió en la Federación Española como jugador de la máxima categoría y ahora le toca empezar una trayectoria a la estela de su recordado progenitor. «Mi padre tuvo que recorrer un camino largo y estrecho para iniciarse en el mundo del golf -comentó-; yo lo tengo algo más fácil pero con el inconveniente de que siempre nos compararán y me exigirán, no todo lo que hizo mi padre, sino la mitad… que ya sería mucho. Estoy muy motivado y convencido de que he dado el paso correcto».

En su decisión ha pesado, sobre todo, el gran amor que profesa por este deporte, que ha mamado en su casa desde pequeño. «Deseaba hacerme profesional de golf, que es lo que siempre me ha gustado. Conseguiré triunfar o no, pero que nunca me pueda decir a mí mismo que no lo intenté y que no hice todo lo posible.» A partir de ahora llega lo más difícil: consolidarse en los circuitos. Aunque seguro que recibirá numerosas invitaciones, Javier (24 años) quiere ir paso a paso. «No me he planteado objetivos. Empezaré jugando la Escuela del Alps Tour (3 de diciembre en Tarragona) y me mantendré en el presente.»

De la semilla plantada por Ramón Sota y su hermano Lin en el Golf de Pedreña en los 50 salieron las ramas de sus hijos (Tonín, Gabriel, Santi y Patricia); sus cuatro sobrinos Ballesteros (Baldomero, Vicente, Manuel y Severiano) y hoy también alcanza a la tercera generación (Iván, Raúl, Sergio, Roberto, Manuel y ahora Javier). «Hoy me acuerdo especialmente de mi padre; todo o casi todo lo que sé de golf me lo enseñó él y me hubiera gustado que me viera hacerme profesional; seguro que estaría orgulloso», concluye.