Feria del Pilar: el «Agitador» salió flojo y noble
Garrido, herido, corta una oreja a cada toro y Valadez logra un trofeo en el sexto
«Agitador» resultó flojo en sus fuerzas y noble en sus intenciones. Y eso que por la hora a la que saltó al ruedo de la Misericordia se esperaba, cuando menos, más genio. Eran las seis en punto, justo cuando Puigdemont se repuchó y retrasó su comparecencia ante el Parlament. Quizás por eso «Agitador» salió demasiado calmado, o quizás porque en esta Zaragoza en fiestas, no cabe más que la alegría y la hermandad. La cosa es que «Agitador», un toro de Fuente Ymbro , venía armado como para liarla gorda, pero todo se quedó en bondad. Los toros, que nadie sabe lo que llevan dentro.
Pues fue mucho mejor para su matador, el mexicano Leo Valadez , en el día de su alternativa. Puso ganas el toricantano y acertó a recetarle una excelente serie con la izquierda. A partir de ese momento, las ganas le hicieron atropellarse un poco. Mucha voluntad, que se le agradeció desde el tendido, y hasta pudo llevarse algún trofeo, que los pinchazos esfumaron.
El padrino de la alternativa, el también mexicano Joselito Adame , poco pudo hacer con el segundo, un toro bien puesto por delante, como toda la corrida, pero con menos fondo aún. Bueno, ni fondo, que era un inválido.
Siguiendo el relato de la tarde, el testigo de la ceremonia, José Garrido , cortó una oreja facilona al tercero, un fuenteymbro poco sobrado de casta. Se quitó las zapatillas y apretó el acelerador. Vaya soba de muletazos. Después de descalzarse dejó también la espada y comenzó a calentar con una especie de bernadinas con la muleta sin montar. Poco importó que la estocada cayera trasera y desprendida, porque la rapidez determinó que el presidente flojeara ante una discreta petición. Vivas a España cuando se cubrió con la bandera patria, que en esta ocasión lo tapó todo.
El cuarto se fue para atrás y con el sobrero, de poco celo, Adame se pegó un arrimón , con los buidos pitones rozándole las lentejuelas. Otra vez bernadinas sin espada, y la tizona que no entró a la primera... Poco le importaron las protestas al manito, que se lanzó sin pudor a pasear el anillo.
A los corrales
El que parecía que se iba a comer el mundo fue el quinto, un serio colorao ojo de perdiz, que se desinfló de tal manera que se fue para los corrales. El público comenzó a mosquearse, cuando las noticias de Cataluña se extendían por los tendidos y Puigdemont protagonizaba muchos de los gritos.
Con el segundo sobrero, de Lagunajanda, Garrido le echó valor . Tras un emocionante comienzo de faena, el toro le echó mano como para matarlo. Tremenda la imagen de los astifinos pitones buscando presa. Sin mirarse volvió a la cara y se peleó sin cuento. La gente respiró hondo cuando enterró el acero, y aunque la estocada cayó baja, le premiaron el pundonor con un trofeo, este sí pedido por mayoría. Tras el triunfo, pasó a la enfermería en donde le intervinieron de una cornada en el gemelo izquierdo, de pronóstico menos grave.
El sexto, un pavo, un cinqueño castaño que, como sus hermanos, tampoco estaba sobrado de fortaleza. Brindó Valadez la faena a la concurrencia con las mejores intenciones y a las primeras de cambio se lo llevó por delante. El toro, geniudo, se lo puso difícil. No le importó, pues insistió y con la izquierda anduvo más que valiente. Hasta coces pegaba el fuenteymbro. La estocada caída no supuso menoscabo para que cayera una oreja a su favor. Si le ayuda en algo, bueno está.
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