Los toros vuelven a Illumbe por la puerta grande
En medio de los ataques a la Fiesta en numerosos puntos de España, las corridas regresan el jueves a San Sebastián tras dos años de veto de Bildu
Cuando se multiplican las amenazas de veto político en numerosos rincones del mapa de España, el regreso de los toros a San Sebastián el próximo jueves es una bocanada de aire fresco para la Fiesta. La plaza de Illumbe vuelve a engalanarse para cuatro días de corridas, del 13 al 16 de agosto, tras la prohibición impuesta unilateralmente por Bildu. Ya sin los radicales en el consistorio donostiarra, el coso recupera su propósito inicial. Y de qué manera: con un cartel de campanillas . Con Ponce, Paquirri, Manzanares, El Juli, Morante de la Puebla, Castella, Talavante…
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«Estos dos últimos años la gente ha echado muy en falta la feria faurina de la Semana Grande, desde los propios aficionados hasta los comercios, los hoteles y los establecimientos hosteleros», explica Pablo Chopera , artífice, junto a su hermano Óscar, de esta «resurrección». « Todos pedían a gritos que volviesen los toros a San Sebastián por lo mucho que suponen para la ciudad», añade. Entre los espectadores confirmados, uno de excepción: Don Juan Carlos .
«Lo hemos conseguido. Los toros vuelven a San Sebastián», dicen los Chopera
Los dos últimos años resultaron amargos. «Nosotros somos de San Sebastián, vivimos en San Sebastián y nuestra empresa tiene su base en San Sebastián. Y, como es lógico, que nos prohíban en nuestra casa lo que si podemos hacer en el resto de España y Francia es francamente duro», admite el empresario. Con casi un siglo de dedicación familiar a la tauromaquia, no iban a tirar la toalla tan fácilmente. Desde que se celebró la última corrida en 2012, comenzaron a preparar la siguiente. Esfuerzos, llevados a cabo «en silencio», que se intensificaron en este 2015: como avanzó ABC en abril, ante la previsión de que Bildu perdiera el poder en San Sebastián, PNV, PSE y PP se comprometieron a brindarles su apoyo.
Fin a una injusticia
«Entendemos que la vida no puede estar llena de prohibiciones . En un ámbito de tolerancia, hay que permitir la celebración y no poner obstáculos a una iniciativa privada», explica el socialista Ernesto Gasco , concejal de turismo en el Gobierno de coalición con el PNV. «La tauromaquia es una actividad legal y hay una parte de la población que es aficionada y tiene derecho a ir a los toros. En España son un bien cultural», subraya Miren Albistur, portavoz del PP.
Los Chopera, además de garantizarse el respaldo político, se movieron con tiempo para lograr el mejor cartel posible. «La feria que hemos organizado es una feria de máxima categoría, como se merece la afición donostiarra. Vienen todas las figuras del toreo y las mejores ganaderías del momento. Una feria de este estilo no se podía organizar en dos meses», recuerdan. Y se encontraron con una respuesta tremendamente positiva. Como la del ganadero Victorino Martín, quien ante la llamada de los empresarios donostiarras optó por «jugársela». «Tenemos una relación muy especial. Llevamos vendiendo corridas a los Chopera desde el 74 de forma ininterrumpida. Hay una confianza, una amistad y un trato comercial muy fluido», relata a este diario.
Gran tirón
Vuelven los toros y, por primera vez en años, figuran en el programa oficial de las fiestas, en otro ejemplo de impulso y aliento. Como recuerda Gasco, la Semana Grande, en sus inicios, giraba en torno a la feria taurina. «Hay una tradición muy centrada en el País Vasco. Aquí la Fiesta se vive. No pueden acusar de españolidad de la Fiesta», afirma Manolo Ariño , profesor de Turismo en la Universidad de Deusto. Calcula que los «abertzales» han podido «desperdiciar más de un millón de euros en dos años sin corridas».
Se apoya en el estudio que difundió tras el veto radical la plataforma «Toros en Donosti, sí» , y que mostraba que, en tres lustros de festejos taurinos, con más de 900.000 espectadores, el impacto económico fue de 117 millones de euros , con 3.000 puestos de empleo generados. «Atrae a muchísimo público y posee un auténtico atractivo económico y turístico», incide Gasco. «El boom de la cocina ha protegido el turismo», analiza Ariño. «Pero si Bildu hubiera dispuesto de un segundo mandato, no sé qué hubiera pasado».
Más allá del veto radical, los toros nunca lo han tenido fácil en San Sebastián: de 1973 a 1998 no hubo corridas . Ese año, gracias al impulso de los Chopera, abrió Illumbe, tras un proceso «muy complicado, laborioso y muy difícil», con «problemas económicos, sociales, administrativos, políticos, jurídicos». Aquella experiencia les curtió.
Muchísimo revuelo
Aseguran los Chopera que el regreso de la Fiesta ha causado «muchísimo revuelo y alegría» y que esto ha hecho que reciban miles de llamadas de aficionados de España y Francia. «Estamos notando el calor de la gente y su apoyo, el ambiente va a ser extraordinario». «Lo que hay que pedir es que sea un éxito de público y afluencia. La mejor demostración de que la fiesta taurina tiene recorrido y apoyos», alienta Gasco.
«Todo lo que nos costó abrir la plaza de Illumbe, a otro s les costó muy poco cerrarla , pero ninguno de nuestra familia y de nuestra empresa lo dio por perdido», afirma Pablo Chopera. «Illumbe había nacido como plaza de toros y como tal debería de seguir existiendo. Y para nosotros el mayor orgullo y satisfacción es que 17 años después podamos volver a decir: “ Lo hemos conseguido , vuelven los toros a San Sebastián”».