El Cid toreó de maravilla... pero mató mal en Mont de Marsan
Deslucida corrida de Victorino en el cierre de feria
Una deslucida corrida de Victorino Martín sirvió para echar un cierre gris a la feria taurina de la ciudad francesa de Mont de Marsan, en una tarde en la que El Cid volvió por sus fueros, toreando de maravilla y matando mal.
Cinco toros de Victorino Martín y un sobrero -el segundo- de Cebada Gago , bien presentados y complicados en conjunto. Los "victorinos" no ofrecieron muchas opciones a los toreros, salvo el cuarto que fue el mejor para el torero, y el quinto que tuvo mucha emoción por su fiereza.
Manuel Jesús "El Cid", bronca y ovación tras aviso.
Alberto Aguilar, ovación y palmas tras aviso.
Paco Ureña saludos y silencio.
La plaza tuvo l leno en los tendidos .
El Cid se encontró primero con un toro muy serio que desarrolló sentido y no se dejó torear. El Cid lo intentó brevemente y fue abroncado.
Su segundo "victorino", feo de hechuras pero con embestidas mexicanas, es decir lentas y suavonas, le brindó la oportunidad de un desquite y El Cid volvió a ser el que fue durante la primera parte de la faena, logrando series muy redondas por el pitón derecho primero, y por el izquierdo después.
Con el toro ya venido a menos quiso redondear y fue cogido sin consecuencias. El fallo con la espada le hizo perder el triunfo.
El primer toro de Alberto Aguilar fue devuelto y sustituido por un sobrero de Cebada Gago que no dio facilidades. Aguilar hizo el esfuerzo con su entrega habitual, mató bien, pero no consiguió levantar la tarde.
El quinto fue bravo en varas y sacó fiereza en la muleta de Aguilar , que le plantó cara sin poder evitar de estar desbordado por momentos.
Paco Ureña, que sustituía a Antonio Ferrera, se lució frente al tercero, un toro de embestida dormidita al que supo esperar con firmeza y que mató de buena estocada, recibiendo una ovación. El que cerró la tarde y la feria, muy serio, no tuvo ni un pase. Ureña lo intentó, pero era imposible.