«El Eunuco», un enloquecido vodevil de acento grecolatino

Pepón Nieto y Pep Antón Gómez han trabajado juntos, como actor y director, en varios montajes: «Excusas» «Sexos» y «Mitad y mitad». Actor y director querían trabajar en el festival de Mérida, y le plantearon la propuesta a su responsable, Jesús Cimarro. Su idea era encontrar una comedia que les permitiera convertir la representación en una fiesta, de manera similar a como se presentaban en la antigua Grecia las comedias. El título elegido finalmente fue «El eunuco», una obra de Terencio (Publio Terencio Africano), un autor que vivió en la Roma del siglo II a. C. Pep Antón Gómez y Jordi Sánchez firman la versión (libre) del texto, que dirige el primero. El reparto lo conforman Pepón Nieto, Anabel Alonso, Alejo Sauras, Jorge Calvo, Antonio Pagudo, Marta Fernández-Muro, María Ordóñez, Jordi Vidal y Eduardo Mayo. La obra se estrenó el pasado verano en el festival emeritense, donde consiguió el premio Ceres al mejor espectáculo del certamen, y ahora llega al teatro de La Latina de Madrid después de una exitosa gira por distintas ciudades.

Además de uno de sus protagonistas, Pepón Nieto es también uno de sus productores. «Con esta función sabíamos que no íbamos a ganar dinero -explica-, así que al menos queríamos trabajar con gente con la que nos encontráramos a gusto. Y hemos tenido la suerte de que todos los amigos a los que preguntamos si querían participar dijeron que sí». Así, la música es de Asier Etxeandía y Tao Gutiérrez, la coreografía de Chevi Muraday, la escenografía de Eduardo Moreno y el vestuario de Sandra Espinosa. «Es fundamental trabajar con gente en la que confías y a la que admiras. El resultado es que lo pasamos muy bien en el escenario, y eso se transmite al público».

Dice Pepón Nieto que, al margen del mérito de Terencio, gran parte del éxito que desde su estreno tiene la función está en la versión que han hecho Pep Antón Gómez y Jordi Sánchez . «Han convertido la obra en un vodevil, con personajes enloquecidos que entran y salen, de puertas que se abren y se cierran... Ellos han hecho una versión que han llamado “felizmente libre”, pero nos gusta pensar que si Terencio hubiera vivido en 2014, la hubiera hecho así. Hemos querido ser muy fieles al espíritu de la comedia grecolatina, donde el texto era un pretexto para hacer una fiesta. De todos modos, contamos con un texto muy sólido y unos personajes muy bien construidos».

Situada en Atenas, por «El eunuco» desfilan personajes como «un joven fogoso con las hormonas alborotadas, una esclava, una cortesana y su amante, dos criados, un general, un soldado enamorado de su superior y un hombre llamado Cilindro. Todos ellos entran en la coctelera, agitado por el enloquecimiento del amor. «El éxito de la comedia -asegura Pepón Nieto- está en la verdad del sufrimiento de los personajes; esa es la clave. Si no, sería una sucesión de chistes».

El público juega un papel determinante en el desarrollo de las comedias. «El público manda», dice, tajante, el actor . «Pero son los actores quiénes deben llevar las riendas. El encuentro con los espectadores te da las claves de por dónde camina la comedia, de lo que funciona o no, pero los actores no pueden dejar que el público modifique la función. La risa es muy peligrosa. La comedia tiene una gimnasia, tiene un orden matemático y un tempo muy marcado. Para un actor es más cansado, porque siempre has de tener la energía muy arriba, especialmente con las funciones que dirige Pep Antón Gómez».

Boleros, salsas, tangos... salpican el espectáculo. «Al principio no le veía el encaje, pero todo junto tiene coherencia. El texto es la piedra angular, pero la música, las coreografías, la interpretación, la dirección... Todos los elementos, ensamblados , conforman un espectáculo muy redondo», concluye Pepón Nieto.