Piotr Beczala exorcizará el fantasma de Alfredo Kraus en el Teatro Real
El tenor polaco participa este viernes en uno de los dos conciertos con los que se quiere recordar al intérprete canario cuando se cumplen quince años de su fallecimiento
![Piotr Beczala exorcizará el fantasma de Alfredo Kraus en el Teatro Real](https://s1.abcstatics.com/Media/201410/23/Beczala%200078--644x362.jpg)
«No se trata de un homenaje. Es una conmemoración de Alfredo Kraus cuando se cumplen quince años de su muerte» (se cumplieron el 10 de septiembre de 1999), ha subrayado esta mañana el director artístico del Teatro Real , Joan Matabosch para referirse al concierto que el tenor Piotr Beczala protagonizará este viernes, junto a la Orquesta Titular, bajo la batuta de Marc Piollet.
«Es un exorcismo para que cuando se hable del homenaje a Kraus -que tendrá lugar más adelante- no tiemblen las paredes», ha bromeado el director catalán haciendo referencia al controvertido y ruidoso homenaje que acogió el coliseo madrileño el 7 de enero de 2000, cuyas consecuencias se han podido ver hasta no hace muchos años en alguna de sus puertas. (El anuncio, ya sobre el escenario, de la ausencia de Luciano Pavarotti en el concierto provocó la ira de algunos espectadores que protestaron golpeando con los tacos de sus zapatos).
Grandes hits
Piotr Beczala, al que se ha podido escuchar en el Real en «La condenación de Fausto», regresa para presentar un programa cuyo hilo argumental son los grandes hits del tenor canario, «y algunas piezas que pudo haber cantado, pero no lo hizo», ha indicado durante un encuentro con la prensa.
Con un desarrollo dramático que irá «in crescendo», interpretará arias de «Lucia di Lammermoor» de Donizetti, «Romeo y Julieta» y «Fausto» de Gounod, «Werther» y «El Cid» de Massenet, y finalizará con «E lucevan le stelle» de «Tosca» de Puccini.
«Mi historia con Alfredo Kraus es muy larga», afirma el tenor polaco
Existen ciertas similitudes entre las carreras de ambos tenores, como el ritmo al que fueron creciendo, sin prisas. También en algunos de los títulos, como «Werther», en el que Kraus se convirtió en una referencia y que ha acompañado al tenor polaco durante los últimas décadas, que tras un lustro de descanso, ahora lo retomará para intepretarlo en Salzburgo, París y también en el Liceo de Barcelona.
«Mi historia con Alfredo Kraus es muy larga. Cuando estaba estudiando leí una entrevista en la que afirmaba que si un tenor no tenía el Do, nunca lo tendría». Aquello preocupó a Beczala, «porque pensé que yo estaba haciendo algo mal».
A diferencia de muchos cantantes del siglo XXI, «que no tienen tiempo ni paciencia para encontrar soluciones a sus problemas técnicos», el polaco ha ido poco a poco construyendo su voz, «como si fuera un motor», gracias a las enseñanzas de Sena Jurinacy la supervisión de quien es su profesor desde las últimas dos décadas: Dale Fundling. Se ha convertido así en uno de los grandes tenores de la actualidad, con una trayectoria sólida y pausada.
Del tenor canario, Beczala alaba «su inteligencia para concentrarse en pocos papeles y profundizar en ellos. Lo importante no es la cantidad sino la calidad. Esa es la enseñanza que Kraus me legó. También que no solo es importante la voz y las notas altas, sino la forma delicada del fraseo. La voz es solo una parte del arte». Y matiza que su voz es «un poquito diferente a la de Kraus después de años de cantar Mozart», lo que le permite abordar otro repertorio.
A diferencia del intérprete canario, que da nombre la Cátedra de Canto de la Escuela Superior de Música Reina Sofía , el polaco no se muestra muy partidario de las clases magistrales y en pocas ocasiones ha acudido a estudiar a las órdenes de grandes tenores. «En 3, 4 o 5 días no hay tiempo suficiente para encontrar soluciones a los problemas técnicos. Se necesita más tiempo. Además -ha añadido-, cada uno debe buscar sus propias soluciones para su voz».
Acercarse a Wagner
Con un repertorio que supera el medio centenar de personajes, Beczala se prepara para afrontar su primer Wagner, «Lohengrin», que debutará en 2016 en Dresde, bajo la batuta de Thielemann. «Estoy dando pequeños pasos hacia un repertorio más dramático. Para mí Wagner no significa tener que renunciar al repertorio que estoy haciendo. Hay muchos Wagner, y "Lohengrin" está muy cerca de la línea lírica. Hay otros títulos que pueden provocar que la voz se vuelva más dura y menos flexible, pero este no es el caso», ha afirmado el tenor polaco, que tiene claro que «si te sientes bien al cantar algo, hazlo. Si no, no lo hagas».
«La Scala es como los coches italiano, bonitios pero no funcionan bien»
Piotr Beczala forma parte de ese grupo de cantantes que han sufrido en primera persona los abucheos en la Scala de Milán. Fue durante la inauguración de la pasada temporada, cuando protagonizó una nueva producción de «La traviata», firmada por Cherniakov, director de escena bien conocido en el Teatro Real. «Hay directores que insisten en cambiar el tema de la obra. Y Cherniakov quería sustraer el tema del amor en "La traviata", y esta es una obra sobre el amor. Yo le pedí que al menos me diera cinco minutos de amor, y me puso amasando pasta», recuerda.
Y matiza: «Lo peor de la Scala no son esas 15 personas que abuchean desde el gallinero . El problema es más profundo. Es una locura. A la gente que estaba a mi alrededor no le importaba mi trabajo. No sucede como en otros, como el Real, donde se trabaja con pasión y en equipo. Espero que Pereira ponga las cosas en su sitio para que funcionen. La Scala es como los coches italianos, que son muy bonitos pero no funcionan bien», bromeó.