Pablo Aranda: «Intento aportar novelas buenas, pero no pretendo encabezar ninguna renovación de nada»
Después de varias novelas y algún libro infantil que hasta se ha publicado en Corea, este veterano de la ficción española se adentra en el género negro con «El protegido», su obra más reciente
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- ¿Cuáles son sus intereses como escritor?
- Me interesan los giros en la vida cotidiana. Los personajes aparentemente grises (esos compañeros de clase que sólo cuando el profesor preguntaba si sabíamos algo de Jorge, que lleva tres días sin venir, nos volvíamos hacia su mesa y nos dábamos cuenta de que no estaban) pero con sus ricas circunstancias. Las casualidades. La gente con bastantes posibilidades de caer, pero que quién sabe, a lo mejor no. Me interesa construir un mundo literario propio y reconocible a partir de una anécdota ficticia que me permita salir del territorio prefijado para cada cual, acercar los personajes a un desfiladero pero sin que lleguen a caer. Me interesa intentar hacerlo con una prosa limpia aunque literaria y unas historias bien construidas, que atrapen, sorprendan y hagan sentir a quien las lea que ha valido la pena adentrarse en el viaje que supone sumergirse en un libro. Un pelín ambicioso, ¿no?
- ¿Y como lector?
- Una obra bien construida, sin trampas, muy bien escrita, que me atraiga, me apriete algún órgano interior y me haga olvidar que estoy leyendo (y que en algún momento habrá que cerrar el libro y entonces qué pena). El tema no me importa tanto si la historia está bien contada.
- ¿Sobre qué temas suele escribir?
- Sobre conflictos cotidianos de gente cercana que sufre un encontronazo con la realidad, lo que le obliga a tomar una determinación. Las relaciones, el descubrimiento de que muchas de las cosas que nos contaron son mentira, las respuestas ante la frustración, la cobardía, la valentía, la amistad. El amor. Últimamente se me están colando algunos asesinatos, muertes que provocan movimientos. Pero no quiero echar a nadie para atrás: apenas hay sangre, de verdad. Y la que hay se seca en seguida, antes de derramarse por los escalones y llegar a la calle.
- ¿Dónde ha publicado hasta el momento?
- He publicado dos novelas en Espasa («La otra ciudad» y «El orden improbable»), una en Arguval («Desprendimiento de rutina»), una en Destino («Ucrania»), otra en El Aleph «(Los soldados») y la última, «El Protegido», acaba de publicarla Malpaso, que es una editorial nueva para mí pero no del todo, pues su editor, Malcolm Otero Barral, fue quien me editó «Ucrania» en Destino. También he publicado dos libros infantiles en Anaya («Fede quiere ser pirata», que también se ha editado en Corea, y «El colegio más raro del mundo»).
- ¿Con cuáles de sus «criaturas» se queda?
- Con «El Protegido», que acaba de salir y quién sabe si necesitará protección. Pero me cuesta trabajo elegir, la próxima vez que me pregunten intentaré cambiar de respuesta.
- Supo que se dedicaría a esto desde el momento que…
- Desde el momento que descubrí que no se trataba sólo de una afición, no podía ser sólo eso, si crecía y crecía, aunque entonces pensé que sería una actividad marginal. Cuando publiqué mis primeras dos novelas, con una diferencia de tres semanas y en dos editoriales distintas (las había enviado a sendos premios) y me dieron dos anticipos, coincidiendo con una oferta laboral de cambio de destino que no me atraía (llevaba dos años como educador de menores, trabajando en la calle, y me propusieron horario de oficina en un centro), decidí dejar el trabajo y lanzarme. De todas formas esto es un análisis que hago ahora. Entonces lo sentí más como un paso que daba, como tantos otros, sin sopesar con profundidad qué comportaban. Eso sí, cuando nació mi hija mayor (mayor se ha hecho después, entonces qué va) tenía dos trabajos inciertos y apenas tiempo para escribir y ahí sí que tuve plena conciencia de que eso no podría ser, vivir sin escribir no, qué angustia.
- ¿Cómo se mueve en redes sociales?
- Casi todos los días navego un rato. Me divierto. Leo comentarios, hago alguno, sigo enlaces, promociono un poco lo que escribo, me reencuentro con compañeros del colegio que conservan toda la cabellera, malditos, y me llaman por el apellido.
- ¿Qué perfiles tiene?
- Facebook y Twitter ( @pabloaranda68 ). Quiero asomarme a Instagram, pero siempre que me acuerdo es la hora de bajar al perro, y luego ya se me olvida.
- ¿Cuenta con un blog personal?
- Tengo una web ( pabloaranda.es ) y ahí un cuaderno donde muy de vez en cuando vierto comentarios.
- ¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practica?
- Escribo artículos de opinión en Sur y crónicas de viaje en El Viajero. Trato de hacerlas distendidas pero cuidando mucho el lenguaje, literarias. A veces organizo encuentros con escritores. Este año he comenzado a dar un taller de escritura creativa.
- ¿Forma parte de algún colectivo/asociación/club?
- Soy socio de Intermón Oxfam, Médicos Sin Fronteras y Entreculturas, aunque quizá no se refiera a este tipo de colectivos.
- ¿En qué está trabajando justamente ahora?
- He sacado de un cajón tres libros que estaban en barbecho: dos novelas que necesitaban una nueva corrección y un libro de viajes por África Negra. Justo ahora estoy con una de esas novelas, es de humor y de amor y se desarrolla en un Instituto, estaba terminada pero fallaba algo y creo que he encontrado lo que faltaba, que era precisamente lo contrario: una parte sobraba.
- ¿Cuáles son sus referentes?
- Los autores del boom, sobre todo las primeras novelas de Vargas Llosa, Onetti, la literatura española de postguerra, Luis Martín Santos, Ignacio Aldecoa, Marsé, el Don DeLillo de Submundo, Álvaro Mutis (cuántos mares he recorrido con él), León Felipe, Bernhard, el Coetzee sudafricano (el australiano me interesa menos), Faulkner de Luz de agosto y Navokov de luz de mi vida, fuego de mis entrañas, Rosa Chacel, Carmen Laforet, Marguerite Yourcenar, Antonio Soler, Garriga Vela, Justo Navarro, Chirbes, Norman Mailer, la Ana María Matute realista, Cormac McCarthy, Delibes, Borges, Cernuda, García Lorca, Max Frish, que alguien me pare, por favor.
- ¿Y qué otros colegas de generación (o no) destacaría?
- Marta Sanz, Eloy Tizón, Andrés Barba, Yuri Herrera, Belén Gopegui, Juan Bonilla, Juan Manuel Villalba. Seguro que en un rato me enfado por no haber dicho más nombres.
- ¿Qué es lo que aporta de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?
- Intento aportar novelas buenas, pero no pretendo encabezar ninguna renovación de nada. Y aunque lo pretendiese. Si consigo escribir buenas novelas me doy con un canto en los dientes (con lo que eso duele).
- ¿Qué es lo más raro que ha tenido que hacer como escritor para sobrevivir?
- Escribir cuentos por encargo a partir de alguna premisa dada, para algún volumen colectivo. Aunque no me parece tan raro y, además, las veces en que lo he hecho me he divertido.
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