arte
La New Fair afea el arranque de Lacolect acusándola de plagio y malas prácticas
Son dos proyectos para Madrid en los que los artistas venden directamente sus obras a los coleccionistas. Sin embargo, La New Fair, más antigua, acusa a Lacolect, que celebrará en marzo su primera edición, de ser algo más que un producto similar

Hace un par de semanas, en este mismo medio, informábamos del nacimiento de Lacolect , una exposición para cien artistas sin galería, organizada por la oficina de proyectos Hago Cosas (responsable también de ferias como Room Art Fair y Jaalphoto ), y que tendrá lugar en marzo, en Madrid, en el párking del hotel One Shot Prado 23. El pasado 14 de noviembre, sus organizadores lanzaban la convocatoria (que ha corrido como un reguero por redes sociales), cuyo plazo de recepción de portafolios se cerrará en la primera quincena de diciembre y que dará a conocer el listado definitivo de seleccionados el 14 de enero. La idea es que durante tres días, los creadores que pasen la criba puedan dar visibilidad a su trabajo en una gran exposición colectiva e incluso fomentar su venta si consiguen convencer a los coleccionistas.
La polémica está servida
La polémica se ha encendido esta mañana (aunque se estuvo calentando y gestando desde la jornada anterior, también en la esfera 2.0) cuando Semíramis González, la comisaria de La New Fair –un proyecto similar, que celebró su primera edición entre los días 20 y 21 de febrero de este año, coincidiendo y aprovechándose del tirón de ARCO, y para lo que empleó como sede las instalaciones de La New Gallery , en Madrid– acusó a los responsables de Lacolect de estar adjudicándose la originalidad de la idea, apropiándose del logo y llevando a cabo malas prácticas en el sector.
El medio elegido por la joven comisaria ha sido su propio blog , aunque ha aprovechado también su mailing para hacer llegar su indignación al mayor número posible de interlocutores del arte. «Hoy estoy más relajada –cuenta González por teléfono–, pero ayer fue un día duro. Yo me enteré por un amigo, que me envió la información de la convocatoria de Lacolect y me quedé de piedra. Me enfadé al leer que se vendieran como la primera convocatoria de este tipo, lo que no es cierto, aunque tampoco es lo más importante. Sin embargo, lo que me mató fue el logo: su tipografía, su diseño es igual que la nuestra».
La responsable curatorial de La New Fair se puso entonces en contacto con los directores de La New Gallery. Ellos aconsejaron denunciar, pero ella prefirió escribir al equipo de Hago Cosas y volcar sus impresiones en su blog: «Todavía no se ha puesto nadie en contacto conmigo», admite. Sin embargo, lo que más solivianta a González es el plagio: «Esta es una mala copia (no sólo del logo: también son similares las fechas de cierre de convocatoria, de presentación de resultados y de desarrollo de la cita) y una muy mala práctica profesional. Se les pide a los artistas pagar 10 euros por inscribirse, sean seleccionados o no. Para nuestra primera edición de La New Fair aplicaron 300 artistas de los que se seleccionaron unos 28. Podríamos habernos llevado 3.000 euros por la cara».
No es «la primera; es «la mayor»
Por su parte, los miembros de Hago Cosas se defienden y niegan estos extremos: «Creemos que no nos tenemos que defender de nada, que cada uno puede opinar lo que quiera y que no estamos haciendo nada malo». Los autores de Lacolect lanzan la primera corrección: «En ningún momento hemos dicho que esta sea la primera muestra en su género. Nosotros decimos que es “la mayor”, como odíamos decir “la más joven”», explican. Asimismo, en lo referente al plagio del logo, para los portavoces de la oficina de proyectos, la idea del suyo es propia, por lo que dicen «no sentirse preocupados» ni le dan importancia al asunto. Preguntados por si, a posteriori, no ven similitudes, responden así: «Hay muchas cosas que se parecen. Formas similares usan los oftalmólogos y hasta ha sido empleado por Pelayo Díaz en sus sudaderas. Es como preguntarnos si la Pepsi se parece a la Coca-Cola. Nadie se ha inventado nada. Imagínate que nosotros empleáramos un blog para quejarnos de todas las ferias que se asemejan a las nuestras. No sería normal. Hay productos como que se parece al nuestro. Y nosotros estamos contentos de que surjan, porque algunos parten de antiguos clientes nuestros».
La idea, el logo, y el cobro a los artistas, base de la polémica
Desde Hago Cosas niegan haber recibido por escrito las quejas de La New Fair o su comisaria. También son tajantes en lo referente a la acusación de cobrar diez euros por inscripción a los artistas: «El nuestro es el trabajo de un equipo muy amplio. Y tenemos que vivir de lo que hacemos. Recibiremos un apoyo por parte del hotel que albergará Lacolect, pero el espacio hay que pagarlo. Además, todo lo que vendan los artistas en la exposición, será para ellos. Eso sí que es radical». El mismo mecanismo de venta fue utilizado por La New Fair en su primera edición y lo hará extensible a su segunda.
«No se obliga a nadie a aceptar nada»
«Somos una empresa privada y ponemos nuestras propias pautas. No obligamos a nadie a aceptarlas», señalan desde Lacolect. Tampoco La New Fair es un producto original. La cita nace de darle una vuelta a otra anterior –News, Events and Friends, comisariado por Tania Pardo y Guillermo Espinosa– homenaje a Walter Hopps , en un intento de meter al mayor número de artistas posibles en un mismo espacio (La New Gallery) en un corto periodo de tiempo. La propuesta tuvo lugar en 2012, y para 2013 se buscó una nueva comisaria ante el deseo expreso de Pardo y Espinosa de no repetir. De los resultados de La New Fair en 2013, Semíramis González destaca el gran compañerismo y buen ambiente que se generó: «Y los beneficios para los galeristas fueron cero euros. Sólo yo cobré mis honorarios. Los artistas se llevaron el cien por cien de sus ventas y la galería perdió, en tanto que generosamente renunció a su local por dos días». En 2015, dos productos similares se verán las caras en Madrid, casi por las mismas fechas. De momento, la polémica está servida.