El día en que los trenes quedaron sumergidos en la Estación de Orsay, en 1910
El enviado especial de ABC contaba cómo el actual museo del impresionismo era un estanque mientras la ciudad temía por la consistencia del suelo
![El día en que los trenes quedaron sumergidos en la Estación de Orsay, en 1910](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2016/06/03/11561373--620x349.jpg)
Pasan las décadas y los siglos y los periódicos seguimos dejando nuestra impronta . En 1910, hace 106 años, París vivió unas inundaciones terribles, peores que las de este 2016, una crecida del Río Sena que asustaba porque parecía que iba a anegar la ciudad y... ABC estaba allí.
[ Vea una galería de fotos de las inundaciones de 1910 en el archivo ABC ]
Nuestro enviado especial, José Juan Cadenas, enviaba su crónica, que publicábamos el 1 de febrero de aquel año: «Después de setenta y dos días de lluvias y nieve... », comenzaba la crónica, dando cuenta de un diluvio que superaba en treinta días al bíblico.
![Página de ABC, 1 de febrero de 1910](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2016/06/03/52702857--250x209.jpg)
En la ciudad de París, donde Debussy compone su célebre «La catedral sumergida», publicado justo en este 1910 y en el que evoca el caso de la mítica ciudad bretona de Ys, tragada por las aguas , el corresponsal de ABC es testigo de cómo la Estación de Orsay -hoy uno de los museos afectados- ha sido tragada por las aguas como la catedral del preludio debussiano. «La estación del Quai D'Orsay es un inmenso estanque; ya no se ven los vagones, que están ya cubiertos por el agua; en el Cours la Reine los faroles están debajo de la corriente ; sobre las aguas flota la techumbre del bureau de la Aduana...»
Los trenes sumergidos y la amenaza de filtraciones en un suelo enfangado hacen temer a las autoridades por las consecuencias de la crecida. Se diseñann a toda prisa nuevos canales para que no se repita: ¿tarde? « La Administración parisina se parece á la española en que ninguna de las dos saben prever nada. Aquí hace falta que ocurra la catástrofe para que piense en adoptar las medidas oportunas á fin de impedir que vuelva á repetirse», afirma Cadenas en su texto.
Pero también cuenta cómo entonces sale el sol, y los parisinos sonríen de nuevo.
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