Fernando Arrabal: «Yo intenté matar a Franco»
Quiso enviarle un libro de Santa Teresa de Jesús con veneno en el borde
Un libertario, un hombre que juega, un bufón lleno de contradicciones y también un sabio. Todo eso es Fernando Arrabal según el documental " Arrabal: el genio y la locura ", que sigue al escritor y cineasta a lo largo de doce años por escenarios como París, Praga, Albacete, Jerusalén o Madrid.
La película, dirigida por Javier Esteban Guinea y que se estrena hoy en el Centro Conde Duque, recoge relatos inéditos del penúltimo testigo vivo de las vanguardias artísticas del siglo XX, entre ellos su plan para asesinar a Franco, con la ayuda del hijo del fundador del dadaísmo Tristan Tzara.
"Y o intenté matar a Franco. Me arrepiento mil veces de ello , pero quise hacerlo y puse toda la carne en el asador", ha confesado a Efe el también poeta y dramaturgo, autor de "El cementerio de automóviles", "El triciclo" o la famosa "Carta al general Franco".
La idea era enviarle un libro de Santa Teresa de Jesús, con un veneno contenido en el borde, y aquí es donde entraba en juego Christoph Tzara , que tenía conocimientos de Física. El plan fue presentado a las autoridades del Partido Comunista Francés, pero éstas lo rechazaron.
Enamorado
"Pensé que si había alguna posibilidad de que Franco leyera un libro, era de Teresa de Ávila . Estaba enamorado de ella y dormía al lado de su brazo incorrupto", señala Arrabal en una entrevista previa a la proyección del filme, que ha contado con la colaboración en el montaje del realizador Jesús Blanco.
Esteban, fundador de la revista " Generación XXI " y doctor en Derecho, explica en el documental que, con aquella delirante idea adolescente, el escritor buscaba inútilmente cerrar la herida de la ausencia del padre, condenado a muerte y desaparecido al comienzo de la Guerra Civil.
Arrabal es una fuente inagotable de anécdotas ligadas a los más grandes creadores del siglo XX, desde André Breton, que lo acogió en el movimiento surrealista, a Salvador Dalí , a quien solo una vez, cuenta, vio a punto de llorar, cuando las autoridades de la primera democracia le "quitaron" su museo.
Con Picasso
Con Tristan Tzara jugaba al ajedrez -"algunas veces me hacía trampas", afirma- y Picasso le abrió las puertas de su casa sin conocerlo, cuando se presentó allí, junto a Luis Miguel Dominguín , "porque el portero era un comunista italiano muy simpático".
Lo difícil es que Arrabal hable de sí mismo, y sobre todo, que lo haga en serio, ratifica el autor del documental, que consigue trazar un retrato certero, que él llama "psicobiografía", del cofundador del movimiento Pánico y discípulo de la Patafísica.
El escritor filosofa sobre el sentido de la vida, el origen de la fama o su propia imagen en un monólogo que se combina con imágenes de sus filmes -de "El árbol de Guernica" a "Viva la muerte"- e instantes captados en sus viajes: buscando a Dios en el muro de las lamentaciones, visitando la tumba de Kafka o abofeteando a un catedrático en una iglesia de Praga.
Encarcelado
La película hace hincapié en cómo uno de los momentos más críticos de su vida, cuando fue encarcelado y juzgado por blasfemia e insultos a la patria a raíz de una dedicatoria que escribió en un libro, se acabó convirtiendo en el mayor homenaje que podía recibir.
Premios Nobel, entonces " soldados rasos de la literatura ", como Camilo José Cela, Vicente Aleixandre, Octavio Paz, Eugene Ionesco o Samuel Beckett acudieron en su defensa y dieron al caso una dimensión internacional.
El retrato de Arrabal se completa con los testimonios y aportaciones de invitados como Alejandro Jodorowsky, Michel Houellebecq, Luce Arrabal, esposa del dramaturgo, o el escritor Fernando Sánchez Dragó.
Este último se refiere al famoso episodio del "milenarismo" que el autor melillense protagonizó, borracho, en el programa que él presentaba en TVE en 1989 y que lo convirtió en un icono pop, pero que ha acabado por ocultar a los ojos del público la dimensión de su obra.
Arrabal, siempre a caballo entre el humor y la reflexión profunda , lo considera "un accidente feliz" de su vida, como lo fue la aparición que dice haber experimentado en su día de la Virgen María.
Para Javier Esteban, " el universo Arrabal trasciende a su personaje , nos sitúa ante la condición humana y muestra, a lo largo de toda una vida, como la formación de la personalidad es siempre una defensa ante un mundo hostil donde la creatividad emerge para salvarnos".
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