Razones para aterrizar en Gran Canaria este verano

Clima agradable todo el año, playas interminables, una capital cosmopolita, gastronomía exquisita o paisajes de postal son solo algunos motivos para volar hasta Gran Canaria. ¿Quieres conocer los demás?

Desde el aire, la silueta de Gran Canaria ya revela la primera pista sobre cómo va a salir nuestra estancia en la isla: redonda. Algo que se confirma nada más bajar del avión y sentir en la cara la suave brisa del verano propia de este “continente en miniatura”, como describió a Gran Canaria la prestigiosa revista de viajes National Geographic. Y es que sus más de 1.500 kilómetros cuadrados de extensión dan para mucho: infinitas playas de arena blanca y dorada, paisajes abruptos a base de rocas volcánicas, calas que todavía se mantienen en secreto, pueblos de casas encaladas o dunas que reposan junto al mar. Son estos enclaves repletos de contrastes los que le han valido a Gran Canaria el sello de Reserva de la Biosfera, un reconocimiento otorgado por la UNESCO en 2005.

A la tercera isla más grande del archipiélago canario le sobran los motivos para que hagas las maletas y aterrices en el aeropuerto de Gran Canaria. Aquí van unos cuantos, ¿con cuál te quedas?

La comodidad del trayecto

Un viaje por todo lo alto es lo que propone la aerolínea Binter, que ofrece conexiones directas con Gran Canaria desde el aeropuerto de Jerez en menos de 2 horas y media, con el mayor confort y la seguridad de su exhaustivo protocolo anti Covid-19. Además, Binter mejora la experiencia de los viajeros incluyendo las mejores prestaciones y servicios en cualquiera de sus tarifas: bolso o mochila de mano, equipaje de mano, un aperitivo especial durante el vuelo (comida y bebida), entretenimiento a bordo para que accedas desde tu teléfono o tablet a películas actuales, música y juegos, mayor distancia entre asientos, filas de dos asientos para que viajes siempre en ventanilla o pasillo, y además, conexiones con el resto de las islas sin ningún coste para ti.

Puedes consultar los horarios y comprar tus billetes cómodamente en la página web de Binter.

El clima templado

Ni caída drástica de temperaturas en invierno, ni termómetros que arden en verano: la climatología de Gran Canaria es predecible, agradable y constante durante todo el año. Con una temperatura media anual que oscila entre los 18º en invierno y 25º en verano, la isla luce solazo y buen tiempo gracias a los vientos alisios, húmedos y frescos que provienen del anticiclón de las Azores. Garantizado: solo aquí podrás dormir la siesta bajo el sol del verano sin achicharrarte.

Playas para dar envidia en redes sociales

Gran Canaria tiene 60 kilómetros de playas capaces de conquistar a todo tipo de viajeros. Quienes busquen una playa de fácil acceso, encontrarán en Las Canteras, ubicada en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, un oasis de 3,5 kilómetros de aguas cristalinas y arena dorada. Puedes tumbarte al sol y desconectar del mundo, o atreverte con alguno de los deportes que se practican en la zona, como surf o buceo. Si te tiran los clásicos, Maspalomas es la playa más famosa. Una vez te des cuenta de que no te has teletransportado al desierto del Sáhara, alucinarás con las increíbles dunas que se extienden desde el faro de Maspalomas hasta Playa del Inglés, considerada también una de las mejores de la isla, perfecta para ir con niños por sus zonas tranquilas y resguardadas.

Para los viajeros que quieren descubrir las playas de las que no hablan los lugareños (por miedo a que se llenen) también hay buenas noticias: no sabemos guardar un secreto. Así que apunta el nombre de Guayedra, una cala coqueta y nudista habitada por palmeras y otras plantas, con acantilados espectaculares y vistas al Teide. Su acceso no es fácil y solo se llega a pie, pero gracias a eso la encontrarás poco concurrida también en verano. Montaña Arena es una de las pocas playas vírgenes de la isla. Como no se ve desde la carretera, muy poca gente la conoce. Sol, agua templada y arena fina es lo que te ofrece a cambio de llegar hasta ella después de recorrer un sendero de unos 10 minutos. Sin duda es un buen trato.

Su ventana al universo

No solo el de sus playas es el azul más buscado de la isla, también el de su cielo. Especialmente cuando cae la noche y va volviéndose cada vez más oscuro, hasta servir de perfecto decorado para que se exhiban las estrellas. Gran Canaria es destino Starlight por la claridad de sus cielos y en la isla hay varios miradores astronómicos. Uno de los más visitados es el de la Degollada de las Yeguas, en San Bartolomé de Tirajana, un excelente lugar desde el que dejarse cautivar por la lluvia de estrellas fugaces. La zona está protegida de los vientos alisios y del mar de nubes típico del norte de Gran Canaria.

Un mar de bosques y montañas

Gran Canaria es una isla de playas, pero también de altas montañas. Sus paisajes naturales cambian a cada paso por los microclimas que regalan los vientos alisios. Y aunque a veces te asalten las dudas por lo fascinante que se vuelve el entorno… prometido, sigues en este mundo. El mirador más icónico es el Roque Nublo, un monolito de casi 90 metros de altura que se ha convertido en la meta de muchos montañeros y ciclistas. También los bosques merecen una visita. Los Tilos de Moya, por ejemplo, son el último reducto de laurisilva que queda en toda la isla.

Vibrante Las Palmas de Gran Canaria

Cosmopolita y atlántica. Así nos recibe la capital de Gran Canaria, que derrocha encantos suficientes para sustituir las chanclas de playa por calzado cómodo y lanzarse a caminar. Su casco histórico, entre los barrios de Vegueta y Triana, llama la atención por sus casas de estilo colonial. La catedral es la más grande e imponente de todas las islas, y se caracteriza principalmente por su fachada neoclásica tallada en piedra volcánica. Junto a ella se encuentra el Museo Canario, donde se repasa la historia de la isla gracias a los restos arqueológicos encontrados. En la Casa de Colón el visitante podrá empaparse del rico legado cultural de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad natal del escritor Benito Pérez Galdós. Otro símbolo de la explosión cultural de la ciudad es el Gabinete Literario. Y como el ocio también es importante, no olvides recorrer la Calle Mayor del barrio de Triana, perfecta para una jornada de diversión y compras.

3, 2, 1… ¡acción!

Si el turismo contemplativo no es lo tuyo, en Gran Canaria también encontrarás cantidad de actividades para descargar adrenalina: surf, windsurf, paddle surf, senderismo, submarinismo, escalada, ciclismo o vela son solo algunos de los deportes que convierten a la isla en un enorme gimnasio al aire libre, con la piscina más grande que puedas imaginar: el océano.

Gastronomía de toma pan y “mojo”

Gran Canaria está para comérsela y prueba de ello es su variedad de sabores, producto de la mezcla de culturas propia de la isla. La cantidad de productos que llegan desde el mar, junto con las frutas y hortalizas que se cultivan bajo el clima perfecto, crean deliciosos menús que son auténticos caprichos para el paladar. Como aperitivo, lo más conocido son las papas arrugadas con mojo, pero no te puedes marchar de la isla sin probar el potaje de berros, la caldereta de pescado o la pella de gofio. Y para acabar con el mejor sabor de boca, nada más veraniego que un helado con bienmesabe. Imposible que no quieras repetir, pero ya no hablamos solo del postre, sino del viaje entero.