«En los guetos sabíamos lo que iba pasar, esperábamos una muerte lenta»
Marian Turski, historiador, periodista, escritor y superviviente del campo de concentración de Auschwitz ofreció una ponencia en Ciudad Real
Los judíos que vivieron en los guetos de Varsovia y Lodz durante la ocupación nazi sabían que lo que les esperaba era una «muerte lenta» provocada por las enfermedades y el hambre. De hecho, se calcula que en los dos primeros años murieron unas 158.000 personas en total de las 660.000 que vivían en estas dos juderías.
Así lo aseguró ayer el historiador y escritor, Marian Turski, superviviente del campo de concentración de Auschwitz, que ofreció la ponencia «¿Qué sabían los judíos del Holocausto? Noticias y reacciones en el gueto de Varsovia y de Lódz» en el marco del seminario «Auschwitz, una conmemoración para la humanidad (1945-2015)», organizado por la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real.
En un salón de actos lleno a rebosar, el también periodista nacido en el año 1926 quiso enfocar su conferencia desde un punto de vista histórico, evitando en todo momento hacer referencia a su experiencia personal en el gueto, en el campo de concentración y como superviviente a la Marcha de la Muerte en la que fallecieron 15.000 personas.
Turski explicó que los judíos sabían que el programa de Hitler incluía deshacerse de ellos, pero aseguró que ni los que cometieron los crímenes eran al principio conscientes de las consecuencias de sus actos. No fue hasta después del fracaso de la invasión a Rusia, en el año 1941, cuando los mandos alemanes intensificaron sus acciones hasta que, en una fecha determinada de ese año, que distintos historiadores sitúan en días distintos, se llegó a la conclusión de ejecutar la «solución final».
La «alternativa»
Los nazis, ante el fracaso de su plan A, que consistía en deportar a todos los judíos a zonas inhóspitas de Rusia como Siberia para dejarlos allí morir de hambre, buscaron una «alternativa»: fue el exterminio a través del gas.
Según Turski lo importante desde el punto de vista histórico es saber en qué fechas se tomaron decisiones como los fusilamientos que realizaron los grupos especiales que acompañaban al Ejército y que entre 1941 y 1943 mataron a 1,3 millones de filosemitas y filobolcheviques.
Unos fusilamientos que pusieron en alerta a los habitantes de los guetos, sobre todo a los de Varsovia, que en cierto modo tenían más libertad de movimientos al estar rodeados de polacos cristianos, y que a finales de 1941 ya podían aventurar que su destino iba a ser una muerte segura.