Un tejón entierra una vaca entera, algo nunca visto
Biólogos observan por primera vez cómo este animal puede esconder bajo tierra a otro mucho más grande que él mismo
El tejón , un carnívoro muy extendido en Norteamérica, acostumbra a almacenar bajo tierra los cuerpos sin vida de roedores o conejos para evitar que otros carroñeros se los roben y conservarlos el mayor tiempo posible para su alimentación. Pero lo que este ejemplar de las montañas de Utah (EE.UU.) «metió en su nevera» es mucho más grande de lo que ningún científico podría esperar. Biólogos de la Universidad de Utah se quedaron de piedra cuando observaron cómo el tejón se las arreglaba él solo para enterrar una ternera entera , un animal mucho más grande que él. El hallazgo, grabado en vídeo (con cierto sentido del humor por parte de los investigadores y todo un éxito en YouTube ), sugiere que esta especie puede no tener ningún límite en el tamaño de los animales que puede enterrar.
El tejón tardó en enterrar por completo la res de más o menos 22 kilos en el transcurso de cinco días, y luego pasó alrededor de dos semanas en su madriguera subterránea antes de salir y de forma intermitente regresar a la madriguera durante las siguientes semanas hasta principios de marzo. De acuerdo con los investigadores, los tejones entierran la comida para aislarla de otros carroñeros y para mantenerla en un ambiente en el que va a durar más tiempo. «Como ponerla en la nevera», explica Buechley. Anteriormente, los biólogos había visto a los tejones almacenar roedores y conejos, pero nunca un animal más grande que ellos mismos. «No quiero antropomorfizar demasiado, pero se ve a un tejón muy, muy feliz, rodando en la suciedad y la gran vida», dice el científico.
A pesar de su mala fama, los biólogos creen que el tejón también podría proporcionar un servicio ecológico a los ganaderos. Muchos ganaderos ver a los tejones como plagas, ya que cavan madrigueras a través de los pastizales y pueden comerse a las gallinas. Pero si los tejones pueden enterrar un ternero, pueden enterrar otra carroña antes de que cualquier enfermedad que se incube en los restos pueda infectar a otras vacas. Además, si los cuerpos son enterrados, no atraen a otros grandes depredadores.
