«Little Foot», más viejo que «Lucy»
Una nueva datación asegura que nuestros famosos antepasados fueron casi contemporáneos. «Lucy» vivió hace 3,2 millones de años y «Little Foot» hace 3,67 millones de años en Sudáfrica
Ese pequeño «hombre mono» sudafricano, bautizado como «Little foot» , ya no tiene que luchar por convertirse en el antepasado del primer hombre. Una nueva investigación que publica la revista «Nature» muestra con el mayor grado de precisión que este protohumano velludo, de apenas más de un metro de altura fue casi contemporáneo de la pequeña Lucy , su famosa prima etíope que vivió hace 3,2 millones de años.
Un equipo internacional de científicos de Canadá, Estados unidos, Francia y Sudáfrica han efectuado una nueva datación del esqueleto de «Little Foot» en el que se demostraría quetiene 3,67 millones de años. Se convertiría, así, en el homínido más antiguo jamás identificado, y Sudáfrica en la cuna de la humanidad. El hecho de que ambos tuvieran una edad similar a pesar de tener rasgos diferentes plantea un nuevo debate sobre las relaciones de nuestros ancestros.
El esqueleto fósil de «Little Foot» («Australopithecus prometheus») fue hallado, extraordinariamente bien conservado, hace 21 años en una cueva de Sterkfontein, en Sudáfrica. En la cueva también se encontraron varias herramientas fósiles que, con la nueva datación, se han convertido también en las herramientas más antiguas fabricadas con piedra.
Su edad, a debate
Desde su hallazgo no se había llegado a un consenso sobre su verdadera edad. Las primeras dataciones estimaban que tendría entre 2 y 4 millones de antigüedad. Algunos investigadores incluso habían descartado el esqueleto por su joven edad como candidato a ser un ancestro humano.
Hasta hace poco también se descartaba Sudáfrica como cuna de los primeros humanos. Darryl Granger, de la Universidad de Purdue y sus colaboradores de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), New Brunswick (Canadá) y Toulouse (Francia) han puesto fin al debate.
La datación se ha realizado con una nueva tecnología, desarrollada por la NASA, que utiliza radioisótopos. El cálculo se realiza midiendo los niveles de isótopos de aluminio y berilio en el cuarzo de las rocas que rodeaban el esqueleto. Estos isótopos se forman por bombardeo cósmico y actúan como relojes en las rocas.
Ágil en la tierra y en los árboles
El esqueleto de «Little Foot» había permanecido en su tumba conservado por una capa de mineral calcáreo, hasta que en 1994 el paleontólogo sudafricano Ron Clarke descubrió cuatro huesecillos de su pie izquierdo en una caja llena de huesos de animales prehistóricos que exhumaron un grupo de mineros entre los escombros. Pero el esqueleto completo no se descubrió hasta trece años más tarde, con un trabajo minucioso de excavación que obligó a utilizar taladros similares o los que utilizan los dentistas.
Se piensa que nuestro antepasado era tan ágil en tierra como en los árboles. Probablemente una caída mortal desde unos 20 metros de altura le sepultó en el fondo de la gruta de Sterkfontein, cerca de Johanesburgo.
Los desmoronamientos que sufrió la gruta, las inundaciones y la dinamita utilizada por los mineros en las canteras vecinas a principios del siglo XX convirtieron la zona en un rompecabezas geológico que hizo muy difícil el estudio de su antigüedad analizando los minerales y tierras que le rodeaban.