comparecencia en el parlamento catalán
El «president», acorralado en sus propios pretextos
A Artur Mas se le esperaban las explicaciones sobre la trama del 3% de comisión al partido que abandera, CDC, y al final «salió rana». Fue un rosario de evasivas y disparos al prójimo para decir que detrás de todo están las elecciones del 27-S
A Artur Mas se le esperaban las explicaciones sobre la trama del 3% de comisión al partido que abandera, CDC, y al final «salió rana». Fue un rosario de justificaciones, evasivas y disparos al prójimo. El presidente de la Generalitat se acorraló envuelto en su propio mar de pretextos, como los siguientes:
[Así contamos en directo en ABC.es la comparecencia de Artur Mas ]
-La mayor embestida se produce contra el Gobierno : cuestionó el Estado de Derecho, denunció la filtración de documentos y también reveló que la prensa conocía horas antes que se iba a producir el registro de la sede de Convergència (CDC) el pasado viernes 28 de agosto. Utilizó, incluso, la palabra «montaje» contra CDC por el registro de la sede de la formación nacionalista. Posteriormente preguntado, el mandatario autonómico valoró el llamado «caso del 3%», o lo que es lo mismo, el presunto pago de comisiones de Teyco a cambio de adjudicaciones. «Teyco, como otras empresas, ayuda a fundaciones vinculadas a partidos políticos, de forma transparente, por sus afinidades ideológicas o por sus intereses. En el año 2009, objeto de investigación, Teyco fue contratada muchas más veces por ayuntamientos que no eran de CiU. Y si Teyco hizo aportaciones a otras fundaciones políticas, ¿por qué solo se sospecha si son a cambio de algo en el caso de CiU?». Aprovechó, además, para reprochar el famoso porcentaje, aseverando que «la cifra no cuadra» y salpimentó sus evasivas con un «a estas alturas de la película, yo ya no creo en las casualidades».
-Pidió el voto a los catalanes para el 27-S, sus elecciones presentadas como un plebiscito: «Continuar en España implicará ser súbditos, no ciudadanos». Mas asumió su comparecencia como un mitin más de una campaña electoral que aún no ha comenzado, obviando las explicacionse que se esperaban sobre la corrupción de su partido.
-En su comparecencia parlamentaria aclaró al portavoz de Unió, Roger Muntañola, que proclamar la independencia de forma unilateral no es su «prioridad», pero que los escenarios actuales no serán favorables para los catalanes. Eso sí, Mas no se cortó a a la hora de asegurar que utilizará «todos los intrumentos» para que Cataluña se enfrente «a su futuro como país».
-Arremetió contra el PP 24 horas después de que los populares llevaran a cabo una iniciativa para reformar la Constitución y dotar al TC de nuevos poderes: « Quieren convertir al TC en una institución que se puede cargar la legalidad, pasando del derecho civil, del penal y del resto de jueces». Se parapeta así en un Estado de Derecho que él no defiende ni avala con su propuesta plebiscitaria, metiéndose en un carretera de doble sentido en la que poder dar un giro cuando mejor le convenga.
- Contra Felipe González , expresidente del Gobierno, también tiene cartas el otrora delfín de Jordi Pujol: tras el artículo publicado el pasado domingo en el diario «El País», Artur Mas se sitúa en el extremo de tener que tratar con un Gobierno socialista (liderado por Pedro Sánchez) y personifica al PSOE en la figura de González, al que criticó por decir que votar el 27-S no servirá para nada : «¡Que voten! Nos da igual, termina su artículo».
-« Advertí a Mariano Rajoy de lo que venía» . Un nuevo órdago contra el presidente del Gobierno, con quien –desveló en sede parlamentaria catalana– mantuvo varias reuniones, no solo la del verano de 2012, sino «cinco o seis» que no fueron públicas.
-Tras admitir sin ambages que ha llegado a pactar con gobiernos estatales, aventura que por eso mismo sabe lo que se puede esperar: «He cogido experiencia».
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