9N
El soberanismo va por barrios
Respuesta desigual según la zona: colas en los «colegios» más céntricos, mesas sin votantes en el Raval y la Barcelona metropolitana
"He dado el doble sí porque me lo pedía el cuerpo, aunque si la consulta fuera de verdad hubiera votado diferente". Para A. E., vecina del Ensanche barcelonés que ayer depositó su papeleta en la urna del instituto Lluïsa Cura, la votación de hoy es una "demostración del sentimiento" de muchos catalanes, aunque está convencida que, como en su caso, muchas personas "cambiarían el sentido de su voto si el resultado de la votación fuera vinculante". Esta joven, de 40 años, que acudió a la sede asignada acompañada de su hermana, cree que es importante que "la Generalitat explique bien al ciudadano de a pie qué ocurriría con la independencia". "Nadie sabe qué pasaría con las pensiones de nuestros padres, qué mejoraría en nuestro día a día y qué futuro económico y político inmediato le depararía a Cataluña".
"Hasta que eso no lo expliquen mejor no me comprometeré de forma seria con mi voto", asegura a su lado otra joven barcelonesa. "Como es de pega me mojo", concluye.
Junto a ella, José preguntaba a uno de los coordinadores del punto de votación: "Soy de L'Hospitalet de Llobregat pero he venido a cambiar cromos con mis nietos al Mercado de Sant Antoni... ¿puedo votar aquí? ". La respuesta del organizador en el IES Lluisa Cura fue rápida. "No. Esto es algo serio. Usted debe votar en el centro que le hayan asignado en su localidad".
«Adelantarse a los Mossos»
Otros vecinos del barrio acudieron a la cita con la pseudoconsulta con cierta desgana, pero movidos por una " curiosidad morbosa" . "Quería ver si venían los Mossos y precintaban esto", indica a este diario uno de los participantes. "Ya que estoy aquí votaré", concluye. En esta céntrica sede de la jornada no se han producido incidentes de importancia, sólo anécdotas, según precisa uno de los coordinadores, mientras ordena con la mano el tráfico de votantes hacia la mesa asignada como si de un guardia urbano se tratara.
Desde primera hora de la mañana circulaba por las redes un "watsapp" que invitaba a las personas a acudir a la sede de votación asignada a primera hora de la mañana. La razón: adelantarse a la llegada de los Mossos. "Me han reenviado un mensaje que decía que votara a las 08.00 para que cuando llegaran los Mossos encontraran mucha gente y les costara más actuar", dice uno de los participantes de la pseudoconsulta que ha emitido su voto en el Instituto Joan Brossa del centro de la capital catalana. Otros muchos ciudadanos han recibido el mismo mensaje. En muchos IES, la participación era ya importante a primera hora de la mañana. Otros ciudadanos han hecho caso omiso del llamamiento y han acudido a media mañana. La reacción no ha sido generalizada.
Según la zona
En todo caso, la "consulta" de hoy demuestra que, como se dice, el soberanismo va por barrios. A pie de calle, o de urna, como se quiera, las imágenes que podían recogerse esta mañana en Barcelona y otros puntos de Cataluña mostraban un reparto más bien desigual del entusiasmo por la consulta. Así, por ejemplo, en el centro de votación ubicado en la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona, en las avenida de las Atarazanas (en el corazón del Raval), los voluntarios pasaban la mañana más bien aburridos: pocos votantes.
Por contra, en la Escuela Pía de Sant Antoni, en el linde entre el Raval y el Eixample, la cola para votar era muy nutrida. En la Escuela Pía, integrada en la red de la escuela religiosa concertada que se ha adherido al "proceso", eran numerosas las personas con la camiseta amarilla que identifica al movimiento soberanista. Era el único símbolo visible de un proceso de votación donde, para aparentar neutralidad, ha evitado la presencia de "estelades" y otra simbología en los "colegios electorales".
Mucho más nutrida era la presencia de votantes en el centro de primaria Auró, en la Izquierda del Eixample, donde la cola era la de un cine en día de descuento especial. Frente a la aparente movilización en estos centros, en otros el frío ambiental parece haber contagiado a las filas secesionistas. Era el caso del centro Pere Vila, en Arco del Triunfo, así como otros de Ciutat Vella. Lo mismo sucedía en los colegios de lo que antiguamente se conoció com el cinturón metropolitano: L'Hospitalet, Badalona, Santa Coloma... El soberanismo no es un movimiento homogéneo sobre el territorio.
Noticias relacionadas