letras expectativas
La alianza del gas
La alianza de Seat con Gas Natural Fenosa protagoniza una ofensiva comercial sin precedentes en nuestro país
El gas natural comprimido (GNC) se ha convertido en una alternativa real al uso de los derivados del petróleo para la automoción, ante la todavía lejana implantación del vehículo eléctrico, dado que las baterías aún no garantizan la plena movilidad y los precios de estos coches siguen muy caros. La alianza de Seat con Gas Natural Fenosa protagoniza una ofensiva comercial sin precedentes en nuestro país con el propósito de utilizar el gas natural como el combustible que reduzca drásticamente las emisiones de CO2 y otros contaminantes sin por ello perjudicar el precio y las prestaciones de un vehículo de similares características y exclusivamente alimentado de gasolina.
La filial española del Grupo Volkswagen ha lanzado una gama inicial basada en el utilitario Mii y un León de nueva generación con motores y depósitos diseñados en el Centro Técnico de Martorell para admitir gasolina y gas. Ambos vehículos se adelantan a las exigencias que impondrá la Unión Europea en el horizonte del año 2020, inicialmente en 95 gramos de CO2 por kilómetro. Los dos modelos combinan la utilización del gas natural con gasolina y logran unas cifras de autonomía difícilmente igualables, hasta el punto de que se puede recorrer la distancia entre Barcelona y Madrid con sólo 20 euros de gas. Además, también se benefician de unos consumos por kilómetro reducidos, con la ventaja de que el sobrecoste de adquisición resulta similar al de un vehículo diésel, es decir, unos 2.400 euros más.
Los dos modelos lanzados por Seat que completan su gama ecológica ya cosechan el éxito en algunos mercados europeos, especialmente el italiano. En Europa ya hay 1,8 millones de vehículos propulsados por gas natural y en el mundo la cifra alcanza los 180 millones de coches. En España sólo hay 4.000 y en su mayoría son autobuses o vehículos industriales pertenecientes a flotas de empresas.
Para resolver el dilema del huevo y la gallina, que en este caso es si va antes la infraestructura de repostaje o los vehículos, la compañía Gas Natural Fenosa ha decidido desarrollar una red de estaciones en una clara apuesta por la movilidad a través del gas. Un objetivo al que las administraciones deberían contribuir con facilidades para así acelerar el despliegue de una red de abastecimiento que ahora alcanza las 90 estaciones, de las que 39 son para vehículos particulares. Lograríamos cumplir con la reciente directiva europea que potencia el uso de esta energía alternativa, limpiaríamos nuestras ciudades de contaminación y, de paso, nuestros coches gastarían como un mechero.