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ATENTADO EN EL TREN ÁMSTERDAM-PARÍS

Alegría en el barrio algecireño de El Saladillo tras la detención de Ayoub el Khazzani

Los vecinos aseguran que desconocían sus supuestos vínculos con radicales islámicos

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En este bloque de la calle Federico García Lorca, en Algeciras, Cádiz, residió hasta hace un año el presunto terrorista, Ayoub el Khazzani. Aquí vivía con sus padres y su hermano, éste se fue a Marruecos, pero sus padres continúan viviendo en este edificio, hoy sus vecinos aseguran no conocerlos. Se trata de uno de los bloques más altos del barrio de El Saladillo, una zona humilde de Algeciras. Kamal Cheddad, el presidente de la Comunidad Islámica de El Saladillo, explica que nadie sabía nada sobre los supuestos vínculos con radicales islámicos de Ayoub. Aquí se alegran de la detención, porque creen que es un paso más para dejar de ser un barrio marcado por las malas noticias.

Vecinos del barrio algecireño han apuntado que no sabían nada de este vecino hasta que no lo vieron por las noticias.

Así, algunos han señalado que fue al verlo en televisión cuando se percataron de que «les suena de verlo» por allí.

Además, han señalado que el joven «era vigilado» cuando residía en Algeciras y que siempre «iba con uno de sus seis hermanos». Con antecedentes penales por asuntos relacionados con la droga, las citadas fuentes señalan que «en 2014 se marchó a Francia».

Este dato también lo ha confirmado Kamal, uno de los portavoces de la comunidad musulmana, que ha indicado que «se fue a París para trabajar en una compañía de teléfono». Una de las versiones que según ha indicado circula por el barrio donde residió en Algeciras es que en principio su contrato era de seis meses, pero al mes «se quedó parado».

Por su parte, la familia sigue residiendo en Algeciras, donde su padre se dedica a la venta de chatarra, siendo asistente dentro de la comunidad religiosa a la mezquita de Tawaq, una de las seis existente en la ciudad.

En cuanto a las reacciones de las autoridades algecireñas, el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce (PP), ha manifestado que no es lógico «que se dé una imagen al exterior de un barrio sin ley, algo que es rotundamente falso». Además, ha añadido que en El Saladillo «hay una gran labor social y de integración».

Tales argumentos también han sido compartido por el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Fernando Silva, que ha afirmado que «el respeto a la diversidad es algo que se practica en toda la ciudad, pero especialmente en El Saladillo» y ha añadido que «hechos aislados y condenables desde todo punto de vista no debe dañar la imagen de una ciudad en la que conviven múltiples culturas».

Además, Silva ha pedido la convocatoria, urgente, de una Junta de Portavoces para tener un pronunciamiento conjunto de las fuerzas políticas.

Había estado «monitorizado»

Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha asegurado que el atacante al tren de Francia con un fusil Kalashnikov que había residido en la ciudad de Algeciras, había estado «monitorizado» por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad una vez que se detectó su «radicalización». Además, ha añadido que Ayoub El Khazzani estuvo detenido y fue denunciado por tráfico de drogas, pero «no estuvo en la cárcel».

«Hoy el radicalismo se obtiene mucho más en las redes sociales que en las mezquitas o en las prisiones», ha indicado Sanz, que ha añadido que en este caso se observa que «puede haber una fusión entre el radicalismo y el tráfico de drogas» y ha recordado que por eso el Gobierno creó el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, debido a la vinvulación que muchas veces se da entre el crimen organizado de tráfico de drogas y el radicalismo religioso.

En cuanto al hecho de que el joven hubiese vivido en Algeciras, Sanz ha subrayado que «se trata de un hecho puntual que no puede mezclarse con la barriada de El Saladillo ni con una población como Algeciras, cuyos datos de criminalidad la convierten en una de las ciudades más seguras de España».

Asimismo, ha añadido que «no es vinculable ni a la zona geográfica, ni a un barrio, ni a una ciudad que es ejemplo excepcional de integración de culturas».

Finalmente, el delegado del Gobierno ha afiramdo que «no existen guetos en Andalucía ni zonas específicas de radicalidad», por lo que ha rechazado que «ni ese barrio en Algeciras, ni ninguno, sea un foco de radicalidad», ya que «esta persona solo vivió en Algeciras, como también vivió en Madrid».

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