Sociedad

El regreso al futuro de Fortunato Depero

El multifacético creador italiano que se propuso «fundir el arte con la vida» fue precursor de la Factory de Warhol con su Casa del Arte Futurista La fundación March rescata al olvidado y polivalente genio del futurismo con una muestra de 300 piezas

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«Se llamaba Fortunato pero lo que realmente marcó la carrera de Depero fue la mala fortuna». Manuel Fontán, responsable de exposiciones de la Fundación Juan March, recurre a este juego de palabra para presentar 'Depero futurista (1913-1950)', un rescate en toda regla de uno de los grandes genios del futurismo, cuya obra «seminal, asombrosa y prácticamente desconocida fuera de Italia» se pone en valor medio siglo después su muerte.

«No nos quedamos en la recuperación histórica de un gran creador multidisciplinar; tratamos de demostrar que es un artista radicalmente moderno, vivo y contemporáneo y queremos que esta exposición sea el amuleto que le devuelva la fortuna», plantea Fontán, comisario de la muestra y artífice del este rgeso al futuro de Depro. Habla de él como «un poeta artístico y vital; un dios menor y multitalentoso cuya obra se reivindica por sí misma». «Su empeño fue alcanzar la máxima del futurismo: fundir el arte y la vida», resume.

Marinetti había iniciado el modernismo con su manifiesto de 1909, pero Depero tuvo la mala suerte de pertenecer a la segunda hornada del futurismo, la de quienes sobrevivieron a la Primera Guerra Mundial «y pasaron por segundones». También de subirse a la ola del primer fascismo en Italia «como tantos y tantos creadores de su generación» acota Fontán.

Realizó, con todo, una obra potente, variada, rica y múltiple en la que tocó «infinitud de palos». «Exhibir tantos registros se volvería en su contra, ya que muchos críticos situaron su obra en el cuarto trasero del arte». Con su modélica exposición, la fundación March saca de ese reducto al pintor, diseñador, escultor, escenógrafo, escritor, dramaturgo, poeta, ensayista guionista de radio y cine, creador de tapices y tejidos, dibujante, tipógrafo, fotógrafo, publicista, orador, agitador y empresario cultural. Un arista total precursor de los Warhol y compañía «que no dejó jamás de poner a prueba su talento múltiple para crear una obra multidisciplinar mucho menos difundida que las Giacomo Balla o Umberto Boccioni».

Queda muy claro en la selección de más de 300 piezas que la March exhibe hasta enero, casi todas inéditas en España. Entre todas destaca la recreación a escala real un decorado encargado por Diaghilev en 1917 para 'El canto del ruiseñor' de Stravisnky que no llegó a subir al escenario «y que le habría convertido en un figura internacional». También unos tapices de gran y mediano formato que son el resumen de sus desafíos formales, conceptuales y coloristas, o la innovadora cartelería para Campari.

Se habían realizado antes muestras menores sobre Depero (1892-1960), «pero esta es la primera verdaderamente omnicomprensiva» explica Fontán sobre el legado de este talento «múltiple, polifacético, cosmopolita e italianísimo al tiempo». «Es menos conocido en el contexto internacional de lo que debiera, a la vista de la significación real de su obra en la evolución interna del futurismo y de la enorme actualidad e influencia de su trabajo legado del siglo XX», apunta Fontán. En su obra es fácil ver al precursor de estilos como los de Leger, De Chirico, del español Sigfrido Martín Beugué y de muchos de los diseñadores de moda del años sesenta y setenta.

También sorprende la osadía de sus propuestas «con el concepto del arte como labor colectiva o la invención en 1919 de la Casa de Arte Futurista, una Factory muy anterior a la de Warhol y a los estudios de Damien Hirst, Jeff Koons o Sol Lewitt que trabajan con ejércitos de asistentes». «Fue también el primero en definir al ser humano como un ser artificial y sostener que la realidad es una maquina, o de concebir el primer libro con imágenes en movimiento, lo que hoy serían las tabletas».

Dividida en cuatro secciones, la muestra incluye objetos, documentos, cartas y fotografías de Depero y otros artistas. «Trata de mostrar al 'Tutto Depero', como el propio artista tituló uno de los últimos balances personales de su obra» dice el comisario. Quiere presentar a Depero como la figura esencial que es «para entender tanto la evolución del movimiento futurista, 'la vanguardia de las vanguardias', hasta el final de los años cuarenta y su actualidad en el siglo XXI».

El manifiesto que Filippo Tommaso Marinetti publicó el 20 de febrero de 1909 en el periódico parisino Le Figaro definió el movimiento plástico y literario pasó a la historia por la radicalidad de sus propuestas. Sus efervescentes años fundacionales, de 1909 a 1915, renovarony dinamizaron la plástica y la literatura europeas, antes de la tragedia la Primera Guerra Mundial, que truncó el avance de las vanguardias.