La Policía sitúa a un preso de Guantánamo como líder de la red yihadista caída en Madrid
Lahcen Ikassrien, preso en el penal cubano hasta 2005, fue detenido con otras ocho personas acusado de preparar combatientes para Siria
MADRID. Actualizado: Guardar«Yo no soy terrorista, yo no soy terrorista», clamaba el marroquí Lahcen Ikassrien, de 46 años, tras salir esposado a primera hora de la mañana de ayer de su casa de la calle Gobernador de Madrid, rodeado de un fuerte dispositivo policial y en presencia de cámaras de televisión avisadas por el cuerpo de seguridad.
Pelo afeitado al uno, chándal, camisa recortada y visiblemente más delgado, este ciudadano natural de Alhucemas no solo es el supuesto cabecilla de la red de captación y envío de combatientes a Siria e Irak desarticulada ayer en Madrid, según la Policía, sino la persona que estuvo cuatro años y medio en la prisión estadounidense de Guantánamo, en Cuba, tras ser arrestado en Afganistán en 2001 y la misma que se querelló en la Audiencia Nacional por las torturas sufridas en ese penal, cuya causa investiga el mismo juez que ahora ha ordenado su detención, Pablo Ruz.
Lahcen Ikassrien, alias 'Chej Hasan', hizo de su «infernal» estancia en Guantánamo una búsqueda constante de reparación y justicia. Abandonó la prisión norteamericana a finales de 2005, dio charlas para Amnistía Internacional en España y trató de volver a la normalidad en Madrid, donde ha residido legalmente en los últimos años. El propio juez Ruz pidió en 2011 regularizar su situación.
Sin embargo, según la Comisaría General de Información de la Policía, que ha llevado a cabo las pesquisas previas, tanto el ciudadano marroquí como los otros ocho detenidos tenían un nivel de especialización y un grado de experiencia alto, lo que demuestra la dedicación que tenían para desarrollar este grupo de reclutamiento de combatientes.
La célula internacional captaba a los 'muyahidines' y los enviaba a través de Turquía a las filas de la organización terrorista ISIL (Estado Islámico para Irak y Levante), que disputa la hegemonía del yihadismo terrorista a Al Qaida. El grupo cuenta con una fuerte presencia en el conflicto sirio y ahora ha puesto en jaque al Gobierno de Nuri Al Maliki en Irak conquistando ciudades clave del norte del país.
La finca de Ávila
La operación desarrollada en Madrid comenzó a las 4.30 horas de la madrugada y al cierre de esta edición seguía abierta. Entre los detenidos hay siete marroquíes, un búlgaro, Deniz Ibryam Redzheb, de 35 años y enlace de la red, según la Policía; y un argentino, César Raúl Rodríguez, converso al Islam y captado y adoctrinado por el grupo en una finca de un pueblo de Ávila, a cien kilómetros de Madrid, que también fue registrada ayer por la tarde.
Algún arrestado salió de su casa con la cara descubierta. «Tranquilo hijo, que todo esto es un error», decía un detenido a su vástago antes de entrar en el coche policial.
El Ministerio del Interior elaboró un organigrama con la jerarquía de la red, presentándolo como un grupo organizado. Colocó como líder al citado Ikassrien y en el «núcleo operativo» a Mohamed Khalouk y Abdeslam El Haddouti. Por debajo, cuatro individuos reclutados, el enlace búlgaro y dos sujetos identificados muertos en Siria.
Sin embargo, fuentes policiales confirmaron que no se pudo arrestar a uno de los reclutados por esta red, hermano de uno de los autores materiales de los atentados del 11 de marzo de 2004, Mohamed Al Falah, que huyó a Irak y murió en un atentado suicida un año después. Se cree que el hermano también fue enviado a Irak o a Siria hace unos días, según las mismas fuentes.
Con estas detenciones son ya 20 personas las arrestadas en España este año por la captación y envío de yihadistas a los conflictosde Siria, Mali o Libia, a las que hay que añadir otros tres arrestos en Marruecos.