Viento a favor para los astilleros
El Gobierno español ha puesto las bases para que Navantia salga a flote, pero es clave que la empresa consiga contratos en el extranjero para garantizar su futuro
Actualizado: GuardarLos tres viajes que ha realizado el Rey Juan Carlos al Golfo Pérsico en poco más de un mes son claves para el futuro de Navantia. Los Emiratos tienen la llave para el despegue de la compañía gracias a los planes de modernización de sus flotas. Está en juego la construcción de, al menos, una docena de barcos por valor de 5.000 millones de euros. La importancia de la visita real a Oriente Medio refuerza, por un lado, los intereses económicos españoles en estos países en materia de infraestructuras, pero, de otra parte, pone las bases para futuros contratos. Navantia depende en gran medida de los acuerdos internacionales y muy especialmente de los que se firmen con los países de la Liga Árabe. El futuro de la compañía naval aún no está garantizado. El Gobierno español lo que ha hecho es poner su granito de arena para que la empresa pueda aguantar el tipo hasta que lleguen los contratos militares del exterior. De momento, se ha contratado la construcción de dos Buques de Acción Marítima (BAM) para la Armada española con un presupuesto de 400 millones de euros. Es el primer encargo de Defensa desde 2006. Igualmente, el Gobierno ha forzado la construcción de un quinto gasero para Gas Natural. La compañía gasística española, tras adjudicar cuatro metaneros a los astilleros japoneses y coreanos, ha optado por contratar el quinto buque a Navantia. A estos encargos hay que sumar también el que ha hecho la méxicana Pemex, que ha contratado con los astilleros gallegos la construcción de dos floteles. Estos encargos servirán para mantener viva la llama de los astilleros públicos, pero necesitan con urgencia carga de trabajo exterior para garantizar su viabilidad o, por los menos, su supervivencia durante los próximos diez años.